Dos familias que viven en casas colindantes de la urbanización Can Trabal de San Cugat (Barcelona) sufrieron dos robos silenciosos la madrugada del pasado jueves, mientras dormían.
Según informaron los Mossos d'Esquadra a Efe, los ladrones, que por ahora no han sido detenidos, se llevaron un ordenador portátil, varios reproductores digitales de música, cámaras digitales, teléfonos móviles y unos 200 euros en metálico.
Los vecinos de la primera casa asaltada en la urbanización de Sant Cugat no se dieron cuenta de lo sucedido hasta la mañana siguiente, cuando avisaron a la Policía autonómica. Los segundos propietarios de Can Trabal a los que robaron, familiares de los primeros, se despertaron al sonar la alarma en el primer piso.Enseguida llamaron a la Policía Nacional de San Cugat, que les dio por error un número incorrecto de los Mossos, encargados de la seguridad de la zona, según la policía autonómica.
Cuando la familia volvió a llamar a la Policía Nacional, les dijeron que ellos se encargarían de facilitar la dirección de la casa a los Mossos d'Esquadra. Sin embargo la información que facilitaron a la policía catalana resultó ser incorrecta, con lo que los Mossos no consiguieron llegar al lugar de los hechos, siempre según la versión de la Policía autonómica.
Los ladrones robaron en su segundo asalto un maletín con un ordenador portátil, reproductores musicales y 2.000 euros en metálico.Por la mañana, cuando la familia de la primera casa asaltada denunció los hechos, los Mossos tuvieron conocimiento del segundo robo, dada la proximidad de ambas viviendas.
Situaciones conocidas
No se trata del primer robo silencioso en la urbanización de Can Trabal. La alarma generada por otros hurtos con el mismo modus operandi en la zona, en Valldoreix y el asesinato del empresario Joan Alsina motivaron que un grupo de vecinos reuniera 3.000 firmas para reclamar al alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, una política policial más ambiciosa e imaginativa para dotar a los vecinos de una mayor sensación de seguridad. El uso de cámaras de vigilancia y una mayor dotación de efectivos de las Fuerzas de Seguridad parece que serán los antídotos para resolver el problema en el municipio.
El auge de los robos silenciosos se ha convertido en un problema serio en el último año, pese a que los miembros del Consell Executiu intenten eludir el tema como un caso de alarma social. El año pasado se produjeron 553 robos silenciosos en Cataluña, 111 casos más que en 2005, el equivalente a un 25% más. La operación Sedàs, desplegada por los Mossos d'Esquadra, redujo en primera instancia los robos, pero el alto coste presupuestario redujo los controles y, con ello, volvieron a repuntar los robos. El año pasado, además, se produjeron un total de 38 asaltaos violentos a viviendas.