Toda la plantilla coincidió en que el Espanyol merecía más. Para ser justos, un punto. «Los hemos puesto en apuros. Con el 2-1 estábamos jugando bien, y estábamos en nuestro mejor momento cuando nos han marcado el tercero. Luego hemos sabido reaccionar y hemos podido conseguir el empate», consideró Jarque. «Estamos trabajando muy bien. Hace mucho que no puntuamos en Mestalla y este era el año para ganar o empatar. Tenemos que quedarnos con los aspectos positivos del partido», expresó Chica, indiscutible en el once de Valverde.

El técnico blanquiazul compartió esa línea de cierto optimismo: «Tras el 1-1 se ha estabilizado el partido, y en una jugada aislada nos han hecho el 2-1. A pesar del daño del 3-1, no nos hemos rendido, aunque en cualquier caso, nos queda un mal sabor de boca, después de haber jugado bien». Ese triunfo moral, que en otras ocasiones es inutil, es importante de cara al jueves: «Lo mejor es que nos vamos con la buena sensación de que el equipo ha plantado cara en todo momento y ha demostrado capacidad de reacción. Seguimos de pie y el jueves tenemos un partido muy importante en la Copa de la UEFA», añadió Valverde.

El jugador más satisfecho de la expedición blanquiazul -además de Riera, que volvió a ser determinante- era Pablo Zabaleta, que regresó a un terreno de juego tras dos meses lesionado. Jugó 25 minutos y retomó sensaciones, quizá pensando en el Benfica.«Nos vamos con un sabor amargo por no llevarnos nada, después de haber sido los protagonistas durante el segundo tiempo. Hemos presionado arriba, recuperado balones y atacado. Ellos han hecho poco por ganar», lamentó.