Qué pasa con Angie?, se preguntan hasta los mejores amigos de Angelina Jolie ante el cambio radical que está dando a su vida. Olvídense de su imagen de sex symbol, de su comentado noviazgo con Brad Pitt o de su condición de cotizada estrella de cine. La nueva Angelina Jolie, cuya delgadez empieza a resultar preocupante, parece sólo interesada en tomar el relevo de Mia Farrow en el papel de madre adoptiva en serie de Hollywood. En cinco años ha dado a luz a una hija y ha prohijado a tres críos más. Lo insólito es que ha anunciado que seguirá acogiendo en el futuro a cuantos niños pueda.
«Angelina y yo somos también, en cierto modo, huérfanos», ha precisado James Haven, único de la actriz, quien rompió su silencio habitual en una entrevista (publicada el domingo pasado en el semanario inglés The Mail on Sunday) en la que atribuía la conducta de su hermana al dolor causado por la reciente muerte de su madre. «Si Angelina ya tenía noción antes de lo que significa echar en falta a los padres, ha acabado de comprenderlo ahora». James, de 33 años, y Angelina, de 31, junto a Brad Pitt, su pareja, de 43, acompañaban a la finada en el momento de fallecer, el pasado 21 de enero.
La desaparición de Marcheline Bertrand, a los 56 años, víctima del cáncer, ha revivido viejos fantasmas en el corazón de Angelina, reavivando la animadversión que ha sentido siempre hacia su padre, el actor Jon Voight. Éste se casó con su madre en 1971, poco después de alcanzar el estrellato con la película Cowboy de medianoche (1969). No duró mucho el amor. Al nacer Angelina, en 1975, el matrimonio hacía aguas y Voight acabó abandonando a su mujer y a los dos niños cuando ella era sólo un bebé. Fue su madre la que tuvo que sacar a sus hijos adelante sola, pasando no pocas penurias económicas y siendo la principal fuente de equilibrio de los pequeños.
SIN PADRE.
«Vivíamos en la misma ciudad pero sólo lo veíamos en Navidad y en las funciones escolares», ha contado James Haven, quien no ha conseguido hacer carrera como actor. «Siempre estuvo cerca, pero nunca cumplió con sus deberes como padre. Si Angelina y yo nos preocupamos tanto por los otros es como reacción al modo en el que él trató a nuestra madre. No recuerdo que ella nos gritara jamás, pero guardo los peores recuerdos de él. Creo que mi madre está ahora en un sitio mejor pero mi padre ha perdido su ocasión de enmendar lo que hizo, y eso aumenta la pena que sentimos Angelina y yo».
Jon Voight se limitó a dejarle el pésame grabado en su contestador a James Haven. Con Angelina ni intentó contactar. Hace un lustro que no se ven. Hubo un conato de reconciliación cuando ambos coincidieron, como padre e hija, en el filme Lara Croft, Tomb Rider (2002). Al poco, ella renunció legalmente a su apellido y él salió en televisión asegurando que la chica padecía «problemas emocionales graves». No trascendió la razón de la ruptura. «No nos hablamos pero no le guardo rencor», confesó ella. «No creo que la familia de nadie comparta su sangre. Mi hijo es adoptivo y las familias se las gana uno».
La zapatiesta coincidió con la adopción del primer hijo de Angelina, un huérfano camboyano de siete meses llamado Rath Vibol, a quien rebautizó con el nombre celta Maddox, aunque lo apoda Mad. Casada por entonces en segundas nupcias con el actor Billy Bob Thornton, 19 años mayor que ella, insinuó que no era saludable para el chaval tratarse con su abuelo. De hecho Voigh no ha conocido aún a ninguno de sus nietos. La actriz adoptó, luego, en 2005, a la huérfana etíope de seis meses Tena Adam, hija de víctimas del sida, a la que cambió el nombre por Zahara, aunque la llama Zee.
Ese año 2005 comenzó su actual relación con Brad Pitt, marido entonces de Jennifer Aniston, al que conoció en el plató de Sr. y Sra. Smith. «Estar con un hombre casado, cuando mi padre traicionó a mi madre, no es algo que me pudiera perdonar», declaró para negar los rumores de su cada vez más notorio romance. «No podría mirarme al espejo por las mañanas si hiciera algo así. Jamás me sentiría atraída por un hombre que engañara a su esposa». Meses después, unas fotos de la pareja de vacaciones en Kenia, con Maddox, forzaban a Aniston a pedir el divorcio. Al poco, ella anunció su embarazo.
MASOQUISTA.
Angie eligió un hospital de Namibia para dar a luz, el 27 de mayo de 2007, a una niña a la que llamó Shiloh Nouvel. La decisión puede parecer extraña, pero si algo le ha hecho famosa han sido sus extravagancias. Desde su colección de cuchillos y tatuajes a su deseo adolescente de dirigir una funeraria. Desde el hábito de llevar al cuello una ampolla con sangre de su marido (cuando estaba casada con Billy Bob Thornton) a su declaración de bisexualidad o sus prácticas masoquistas de joven: «Por alguna razón, el rito de cortarme y sentir dolor, me hacía sentirme viva. Era una terapia, una liberación».
Tres hijos no parecían haber colmado su sentimiento de maternidad, y este mes de marzo ha prohijado a Pham Quang Sang, niño vietnamita de tres años a quien ha cambiado el nombre por Pax, algo que ha provocado críticas, dada la edad del crío. Nombrada embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas (ONU) para los refugiados, ha anunciado: «Quiero tener una casa que represente el mundo como lo veo, lo que significa niños de diferentes lugares, con distintas religiones». Y se han producido nuevas críticas, acusándola de valerse de su fama para adoptar a los pequeños eludiendo las leyes.
Las suspicacias han llegado a la prensa, y la revista americana US Magazine denunciaba esta semana en portada lo que califica de «doble vida». Por una lado, Angelina dijo en Vietnam: «Me quedaré en casa para ayudar a Pax a adaptarse a su nueva vida. Tengo cuatro hijos y su cuidado es, por ahora, lo más importante». Por otro, trabaja sin parar. Tiene una película en promoción, El buen pastor (que estrena en España el miércoles 4), otra acabada (A Mighty Heart), dos de animación a las que ha puesto voz (Beowulf y Kung Fu Panda) y tres más para rodar (The Challenging, Wanted y Atlas Schrugged).
Una hiperactividad que unida a la pena por la muerte de su madre justifica una pérdida de peso que pone en peligro sus legendarias curvas. «Angie ha adelgazado tanto por el dolor y le cuesta alimentarse», confirma su hermano, «aunque yo no dejo de repetirle: "No te olvides de comer'». Sobre lo que no ha hablado el hermanísimo, quien dio tanto que hablar hace siete años, cuando Angelina le dio un sentido beso en la boca al ganar su Oscar como actriz de reparto por Inocencia interrumpida (1999), es sobre la posible boda de la actriz con Brad Pitt, la tercera de ella, la segunda de él, que se asegura podría estar muy próxima. Eso de no ser ciertos los rumores de una crisis en la pareja, provocada porque él no acaba de comprender la última adopción que ha hecho ella. Al resto del mundo, empieza a pasarle lo mismo.
