Valerón pasó con aparente éxito su tercera cita con el quirófano en poco más de un año, pero ahora le queda por delante lo más duro, una hospitalización de unos tres días, cuatro semanas con la pierna inmovilizada y un largo proceso de recuperación que concluirá, para bien o para mal, en 12 meses. Los médicos son optimistas, pero cautos, ante la evidencia de que el calvario ya es demasiado largo.

«Estamos contentos, aunque nos ha dado trabajo, y tenemos posibilidades razonables de que Juan Carlos vuelva a jugar. Cuantificar esas posibilidades es imposible, pero lo importante es que las hay», señaló uno de los doctores.

La intervención duró dos horas y media. Al internacional español, que recibió anestesia epidural, se le quitó la plastia que se le había colocado en las operaciones previas y se le implantó una nueva procedente de cadáver con un nuevo túnel femoral.

Fue una operación calculada al detalle, planificada desde que la semana pasada se tomara la decisión de volver a intervenirle. Estaba previsto que se le realizara en la clínica CEMTRO con Pedro Guillén, el médico que le trató en las dos ocasiones anteriores, pero hubo un cambio de planes y finalmente fue operado en una clínica coruñesa siete días después de la primera fecha establecida.

En el quirófano, Valerón estuvo en las manos de Rafael Arriaza, Antonio Maestro, Manuel Leyes y Antonio Cruz, además del jefe de los servicios médicos del club gallego, César Cobián. El equipo médico recreó la maltrecha rodilla en tres dimensiones con un programa informático y después la reprodujo en plástico para ensayar previamente la cirugía.

Los doctores emplearon un navegador quirúrgico, similar a los GPS, para constatar que lo realizado en la intervención era lo que se pretendía, y en siete meses se conocerán los resultados. Será entonces cuando se pueda estimar si el Flaco sigue jugando al fútbol, para lo que necesitaría otros cinco meses de recuperación, o, por el contrario, tiene que colgar las botas tras una carrera exitosa.

Valerón (Arguineguín, Las Palmas, 17-06-75) se formó en la cantera de la Unión Deportiva Las Palmas, con la que dio el salto a Segunda División en la temporada 95-96. Un año después, cambió de isla para debutar en Primera con el Mallorca. La selección española, con la que llegó a disputar 46 partidos, se fijó en él, y también hizo lo propio el Atlético, pero su etapa en el Calderón fue negativa y se cerró con el descenso.

Su etapa más brillante comenzó, unos meses después, en el Deportivo, que se acababa de proclamar campeón de Liga. Reforzó al equipo en su primera temporada en Champions, ganó a Djalminha la partida por la titularidad y aportó su magia desde la media punta. Con Makaay formó un dúo letal, que triunfó con una victoria épica ante el Bayern Múnich en el Olímpico en septiembre de 2002. Cuatro días después, Peña le rompió el peroné izquierdo.

Fue el peor percance de su carrera hasta el 22 de marzo de 2006. Ante el Mallorca, en Riazor, comenzó el calvario. Se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Pasó por el quirófano y tras meses de recuperación recayó en un amistoso de pretemporada. Volvió a ser operado, trabajó nuevamente con los fisioterapeutas y regresó a los terrenos de juego ante el Real Madrid. Unos días más tarde, la rodilla que le amarga dijo basta otra vez.