Se trata del mayor éxito policial contra ETA en territorio español durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, felicitó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Esta operación es la segunda fase de la iniciada el 28 de marzo, en la que fueron arrestados ocho presuntos etarras que intentaban reconstruir el comando Donosti.

Según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, estos detenidos «están detrás de 24 atentados realizados en España entre 2004 y 2006». La continuación del dispositivo sirvió para intervenir abundante material explosivo y documentación, pero no se practicó ningún arresto. Al parecer, cuatro etarras que buscaba la Guardia Civil habrían huido, tras conocer la detención del presunto jefe del comando, Joseba Lerín Sánchez.

Fuentes de la investigación consultadas por EL MUNDO indicaron que entre los objetivos del grupo se encontraban un policía de San Sebastián y Pedro Luis Miguéliz, alias Txofo, condenado por un delito de contrabando y testigo protegido en los casos Galindo y Oñaederra.

Por las detenciones practicadas, el material intervenido y los atentados esclarecidos con los arrestos, la operación, que continúa abierta, es la actuación antiterrorista más importante, según Vasco Press, de las realizadas contra ETA desde que en octubre de 2004 fuera capturado Mikel Antza y se desmantelara la red de zulos del aparato logístico en Francia.

El Ministerio del Interior informó de que el depósito de armas descubierto ayer por la Guardia Civil se encontraba en una planta baja de la calle de Lekuartea de Berriozar, en Navarra, donde fueron aprehendidos 120,7 kilos de nitrato, 23 kilos de kaskabarro (cloratita), 21 kilos de polvo de aluminio y 2,5 kilos de azufre. ETA guardaba también en el zulo 10 detonadores, dos bidones con materiales químicos utilizados para la fabricación de explosivos, diversos dispositivos de iniciación, 20 metros de cordón detonante, cinco ollas de gran tamaño utilizadas para preparar coches bomba, tarteras, una batería de nueve voltios, tuercas, rodamientos, cartuchos de caza, cable multifilar y dos teléfonos móviles.

El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, elevó la cantidad de explosivos descubiertos a 200 kilogramos, y especuló con la posibilidad de que fueran destinados a la construcción de bombas lapa, ya que el hallazgo de algunas tarteras apuntaría hacia ese modus operandi. El delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, evitó hacer cualquier comentario, ya que la operación se coordinó directamente desde Madrid.

En la misma localidad navarra, lindante con Pamplona, se registró una vivienda situada en el número 17 de la calle de Esaburua, que pertenecería, al igual que la planta baja donde se encontró el arsenal, a familiares del presunto jefe del Comando Donosti, Joseba Lerín Sánchez, indicaron fuentes de Askatasuna, organización que apoya a los presos etarras. También aseguraron que hace ya dos años que nadie vive ahí.

Efectivamente, los agentes no encontraron a Ignacio Lerín, hermano del presunto cabecilla del comando, en la vivienda, pese a que está domiciliado ahí. El huido ya fue arrestado junto a su hermano y otras dos personas el 6 de enero de 1991, acusado de participar en la quema de 10 vehículos, aunque fue liberado.

Todavía en Navarra, un tercer registro practicado en una vivienda de Azpirotz, permitió a los agentes del Instituto Armado intervenir diversa documentación y ordenadores relacionados con actividades terroristas, indicaron fuentes de Interior, aunque tampoco se practicaron detenciones.

La operación se desarrolló también en Guipúzcoa, donde la Guardia Civil halló una pistola marca Browning durante el registro de una vivienda situada en el barrio de Igueldo de San Sebastián, en la calle de Cristóbal Balenciaga.

Con el arsenal descubierto ayer, el total de explosivos intervenidos esta semana asciende a 200 kilogramos, hallazgos a los que deben sumarse los útiles necesarios para su manipulación y conversión en bombas, así como la diversa documentación.

Además del citado José Angel Lerín Sánchez, fueron detenidos el pasado miércoles Juan Carlos Herrador Pousa, Endika Zinkunegi Zubizarreta, Iñigo Orúe, Arkaitz Agote, Itziar Agirre y Lorea Irigoyen. Todos ellos están pendientes de ser puestos a disposición judicial por su presunta relación con el aparato de comandos de ETA. El octavo detenido, Julián Larrañaga, fue puesto en libertad.