MADRID. - A algo más de 200 metros de la estación de Atocha, cuando la muchedumbre caminaba bajo la lluvia buscando un local donde inaugurar la festividad de Semana Santa brindando con unos cubatas, Elker Alberto Rodríguez Bolaño cayó de golpe al suelo. Su cuerpo fue encontrado por los agentes de la Policía Nacional y los efectivos del Samur-Protección Civil a la altura del número 40 de la calle de Sebastián Elcano. Había muerto porque alguien había decidió atravesarle el corazón con los restos de una botella de cristal rota.
Los facultativos hicieron todo lo posible por salvar la vida al joven, nacido hace 29 años en Barranquilla, Colombia. Según informó Emergencias Madrid, al fallecido se le practicaron distintas técnicas de reanimación durante más de 20 minutos, pero la gravedad de la herida pudo con la labor médica. Los cristales de la botella de refresco penetraron en el lado izquierdo del tórax de la víctima, provocándole una herida descendente. Literalmente, le partió el corazón. Eran, aproximadamente, las 03.45 horas.
Elker Alberto fue encontrado solo, sin ningún familiar o amigo a su lado. En un principio se pensó que el joven había sido atacado en plena calle. Pero los agentes encargados de la investigación no tardaron en averiguar que todo el incidente había comenzado dentro de la discoteca junto a la que se hallaba el cuerpo, llamada Europa Latina.
El local, de 400 metros cuadrados, estaba lleno de testigos, los mismos que sacaron al fallecido del recinto cuando vieron que sangraba mucho.
Cuando los agentes traspasaron las puertas blancas del local, en el interior se encontraban unas 60 personas. La mayoría de la clientela era suramericana, aunque también habían acudido varios españoles, quizá atraídos por la tardía hora de cierre de la discoteca (las siete de la mañana) o la gran variedad de estilos que ofrecen sus DJ (desde salsa hasta el reagge, pasando por el merengue, la bachata o la música disco).
Los primeros testimonios hablaron de una pelea entre el fallecido y otro hombre, que no pareció pasar a mayores hasta que el agresor cogió una botella, la rompió y se la clavó a Elker Alberto. Luego, el atacante se marchó corriendo. La Policía Nacional prohibió la salida de toda la gente que estaba en la discoteca para averiguar si alguien tenía relación con el asesinato. A todos se les pidió la documentación, medida que provocó curiosos resultados. Siete personas fueron detenidas por no llevar encima identificación alguna o no tener el permiso de residencia. El octavo detenido amaneció en los calabozos por otra razón: sobre él pesaba una orden de busca y captura.
La investigación corre a cargo del Grupo X de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que el caso lo lleva el Juzgado número 14. El cadáver de Elker Alberto fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para que se le realizara la autopsia. Ningún allegado del fallecido acudió ayer al Anatómico para informarse del resultado de la misma.
El suceso ha conmocionado a los vecinos con viviendas cerca de la discoteca Europa Latina, que aprovecharon la mañana para reclamar el cierre del local. «Lo que pasó era algo previsible», explicaba ayer una residente en la calle de Sebastián Elcano, «porque cada noche salen personas borrachas de la discoteca, no paran de gritar y se montan numerosas peleas».
Los vecinos de la zona han realizado numerosas manifestaciones con el objetivo de cerrar el disco-pub. Pero las protestas han tenido escaso éxito porque Europa Latina «vuelve a abrirse a los cuatro días», comentaba un hombre que se encontró «con lo sucedido» cuando volvía a su casa de madrugada. Por su parte, la dueña del local defendió la historia del recinto, ya que «lleva abierto 40 años», y «antes fue un cabaret muy famoso». «Además, aunque a veces se han registrado peleas, nunca había pasado nada grave», apostilló.