MADRID.- Atrás quedan los tiempos en los que la Historia era estructura o no era nada. Los relatos personales, las desgracias, las pasiones, los amores y los odios son, desde hace años, un recurso legítimo que los historiadores de todo el mundo emplean para construir sus estudios.

Así lo explica David Solar, director de la revista La Aventura de la Historia (publicación del Grupo Unedisa, empresa editora de EL MUNDO): «Hay un interés nunca antes visto en España por las biografías. En otros países europeos, el fenómeno ya lleva más recorrido; en España es algo reciente pero muy claro». Para complacer esa demanda, La Aventura de la Historia ha preparado Vidas cruzadas, una serie que retrata a 26 figuras esenciales de la Historia en 13 libros y 13 DVD.

La novedad consiste en que, esta vez, los personajes aparecen ligados en parejas... de antagonistas. Carlos V y Francisco I de Francia (protagonistas de la primera entrega, ya disponible junto al número de abril de La Aventura de la Historia); Martín Lutero y San Ignacio de Loyola; Felipe II e Isabel I de Inglaterra; Hernán Cortés y Moctezuma... y así, hasta 13 dúos de enemigos íntimos que, en su antagonismo, son claves para entender la Historia de su tiempo.

Autores de peso como Ricardo García Cárcel, Rosa María Alabrús, Salvador Claramunt, Pedro García Martín, Bernardo Hernández, Enrique García Hernán, Carlos Martínez Shaw y Jordi Canal han contribuido a este relato casi universal de la enemistad con sus artículos. Y eso de «universal» anuncia que, entre los personajes escogidos por La Aventura de la Historia, caben rivalidades muy diferentes entre sí.

Cabe, por ejemplo, la enemistad pura (manchada de celos y egocentrismo) como la que enfrentó a Miguel de Cervantes y Lope de Vega. «Cervantes siempre quiso triunfar como Lope y éste soñó con haber escrito algún día una obra tan inmortal como la de Cervantes», explica el texto introductorio de Vidas cruzadas. Más descarnado es el enfrentamiento entre Isabel de Castilla y La Beltraneja. En su caso, el odio era una herramienta de poder, primero, y de supervivencia, al final.

Aunque también caben las rivalidades conceptuales e ideológicas.Fray Bartolomé de las Casas y Cristóbal Colón no fueron enemigos personales tanto como símbolos de sendos valores históricos enfrentados: el colonialismo frente a la resistencia. Algo parecido puede decirse de Martín Lutero y San Ignacio de Loyola, representantes de la Reforma y la Contrarreforma respectivamente.

Otro modelo de antagonismo es el que enfrenta los intereses políticos de dos estados, países o familias. ¿Ejemplos? El de Enrique II de Castilla y Pedro de Trastámara, en la España de la última Edad Media; o la del bisnieto de Enrique, Carlos V, y Francisco I de Francia, que, desde los 18 años, lucharon por imponer sus intereses políticos el uno sobre el otro, sin perder nunca cierto sentido del fair play pero sin cejar en sus propósitos hasta su retirada política.

Felipe II, el hijo de Carlos V, recibió una condena a repetir el destino familiar, aunque, en su caso, el enemigo era mujer y esperaba en Londres. Isabel I de Inglaterra y el monarca más poderoso de la Historia de España midieron sus fuerzas durante medio siglo en el mar y en las cortes en un combate que terminó con la victoria a los puntos de la reina inglesa. Su testigo lo tomaron, sucesivamente, el Conde-Duque de Olivares y el Cardenal Richelieu, Felipe V y el Archiduque Carlos de Austria y, dos siglos más tarde, Fernando VII de Borbón y José Bonaparte que reprodujeron el mismo antagonismo entre naciones, valores políticos e intereses familiares y personales.

No muy lejos de estas luchas quedan otras guerras, de ámbito más interno, que afectan los intereses dinásticos entre familiares.En esa categoría caben las rivalidades entre Isabel La Católica y La Beltraneja, y la de su sucesora y tocaya, Isabel II de España y su tío Carlos María Isidro. Aunque en su caso, la lucha de poder tiene un matiz ideológico entre el tradicionalismo de los carlistas y el aperturismo de la reina Isabel.

Aunque aún más compleja y rica resulta la rivalidad entre Fernando el Católico y el papa Alejandro VI, antagonistas sobre el papel y mutuos benefactores en la práctica.

Para contar todas esos relatos, el equipo de La Aventura de la Historia ha recorrido toda España con el fin de entrevistar a los historiadores que mejor conocen a los personajes retratados.La lista incluye a autores como Fernando García de Cortázar, Julio Valdeón, Jean Canavaggio, Manuel Fernández Alvarez y Bartolomé Benassar, entre otros.

Sus testimonios puden verse en los 13 DVD de entre 30 y 40 minutos que se ofrecen en la serie. Además, Vidas cruzadas sintetizará las historias ligadas de estos 26 personajes en 13 libros coordinadas por el historiador Ricardo García Cárcel.

El número de abril de La Aventura de la Historia también recuerda en sus páginas el tercer centenario del triunfo del partido borbónico en la Batalla de Almansa y en la Guerra de Sucesión y el 75 aniversario de la celebración del primer Aberri Eguna, la celebración patriótica del PNV, además de un dossier sobre el proceso de emancipación de Africa sobre sus metrópolis europeas, iniciada ahora hace 40 años.

APOYOS

CARLOS V / FRANCISCO I

Los dos tuvieron un pie en la Edad Media y otro en el Renacimiento, ambos eran nobles y caballerosos, pero la Historia les obligó a chocar. En algún momento, decidieron resolverlo a la antigua usanza, con un duelo personal que no llegó a celebrarse. Su primer enfrentamiento fue Pavía (1525). Carlos V llevaba todavía poco tiempo en España. Había llegado en 1517, sin hablar el idioma y rodeado de un cortejo flamenco que fue inmediatamente mal visto por la nobleza española. La revuelta no tardó en estallar; fueron las famosas Comunidades, tan idealizadas con el tiempo.

Sofocada la revuelta comunera, a la amenaza del turco Solimán el Magnífico, se suma la tradicional rivalidad con Francia y la competencia de Francisco I como posible cabeza del imperio.Carlos trata de invadir Francia, mientras el francés entra en el Milanesado. El enfrentamiento se decide en Pavía. De su resultado da idea la frase de Francisco I que ha quedado para la Historia: «Todo se ha perdido menos el honor y la vida».

Preso el rey francés, es encerrado en Madrid, donde recibe un trato exquisito. El Tratado de Madrid de 1526 cierra el contencioso, pero sólo de momento. El francés, una vez liberado, lo incumplirá, llegando a aliarse con los turcos. Se suceden los tratados de paz y los enfrentamientos, los agasajos y las guerras, que no terminarán sino con la muerte de Francisco I. / ANGEL VIVAS

F. EL CATOLICO / ALEJANDRO VI

Un caso claro de simbiosis. El Papa Borgia, modelo de su tiempo, vitalista, mecenas, corrupto, mezcla indisociable de hombre de Dios y de Estado, se apoyó en el monarca aragonés para sus empresas políticas. A cambio, le concedió a éste y a su esposa el título de Católicos, bulas, favores de todo tipo y derechos sobre las tierras americanas.

ISABEL I / JUANA 'LA BELTRANEJA'

Los viejos manuales daban por supuesta la bastardía de Juana.Hoy, el quid está en la legitimidad de los matrimonios de su padre, Enrique IV de Castilla (la nulidad del primero luego la legalidad del segundo, del que nació ella). El enfrentamiento entre Juana e Isabel fue una lucha política de sectores sociales de la época. El buen reinado de Isabel enterró todas las polémicas.

COLON / DE LAS CASAS

Dice Gonzalo Anes que los prejuicios favorables a De las Casas se estrellan contra un cúmulo de datos que lo dejan en mal lugar.En todo caso, ha quedado como el gran defensor de los indios.Fue, además, un gran admirador de Colón (aunque éste fuera bastante peor gobernante que marino) y transcribió los diarios de sus viajes primero y tercero.

CERVANTES / LOPE DE VEGA

Lope fue un triunfador, adorado por el público que encumbraba sus obras teatrales y con éxito entre las mujeres. La vida de Cervantes fue mucho más dura. Estuvo preso en Argel y luego en España, por problemas con Hacienda. Sólo cerca ya de los 60 años, la historia del hidalgo que enloqueció leyendo libros de caballerías le ganó la inmortalidad.

FERNANDO VII / JOSÉ I

Fernando VII el Deseado fue el peor rey que ha tenido España.A José I lo echó el pueblo al grito de «¡vivan las caenas!», y acabó en Nueva York. Fernando VII implantó un reinado ominoso, punteado de exilios y fusilamientos. Pero Marianita Pineda vive en los versos de Lorca y Torrijos y sus compañeros nos miran desde el cuadro de Gisbert, dignos sobre la playa de Málaga.

PEDRO I / ENRIQUE II

Protagonizaron una guerra civil medieval (1366-69), que se saldaría con la entronización de una dinastía de bastardos. Entre los muchos aciertos de Enrique, el vencedor, está el avance hacia el Estado moderno; entre sus borrones, el avance del antijudaísmo, que fue, quizá, más oportunista que sentido, pero dio lugar a terribles persecuciones.

FELIPE II / ISABEL I DE INGLATERRA

El nombre de una gran empresa une a estos dos monarcas: la Armada Invencible, derrotada por los elementos; y por un error de planificación.No se pudo repetir el esquema de Lepanto (en realidad, una batalla terrestre sobre el mar). Fue una verdadera batalla marítima, decidida por la agilidad de las naves de Isabel de Inglaterra, ayudadas, sí, por los elementos.

FELIPE V / ARCHIDUQUE CARLOS

La victoria de Felipe V sobre el archiduque Carlos de Austria inauguró una dinastía y alineó a España con Francia y su modo de gobernar. La supresión de los fueros de los territorios que formaron la Corona de Aragón hizo que gran parte de esas poblaciones se alineara con el archiduque, y la entrada de las tropas borbónicas en Barcelona ha quedado como la fecha de la fiesta nacional de Cataluña.

ISABEL II / CARLOS Mª ISIDRO

Sus nombres son los de los bandos de la Primera Guerra Carlista, que estalló cuando Carlos María no reconoció el derecho sucesorio de su sobrina. A Isabel (y a su madre, la regente María Cristina) la apoyaron los liberales; a Carlos María, los absolutistas.Vencedora Isabel, gobernó apoyándose en los liberales moderados, salvo en el Bienio Progresista. / ANGEL VIVAS

OLIVARES / RICHELIEU

Fueron dos arquetipos del político todopoderoso de la Europa moderna, empeñados en reforzar sus respectivos Estados. El Conde Duque español fue, si cabe, más personalista que el cardenal francés, cuyo proyecto cristalizó en un orden comisarial. Richelieu creó la Academia Francesa. Las reformas de Olivares provocaron el levantamiento de Cataluña.

HERNAN CORTÉS / MOCTEZUMA

De Hernán Cortés se ha dicho que lo veía todo con ojos de empresario.Fue tan arrojado como lo pinta la Historia, pero, además, fue culto e inteligente. Supo explotar con verdadera habilidad las disensiones entre los nativos de las tierras a las que llegó.Moctezuma, el emperador azteca que tomó a Cortés por un dios, se vio arrollado por aquel huracán.

LUTERO / IGNACIO DE LOYOLA

Dos reformadores, dos heterodoxos, con distinta suerte. Los dos fueron mal vistos por las autoridades eclesiásticas. Ignacio llegó a ser encarcelado y se le prohibió enseñar, pero sus innovaciones (los ejercicios espirituales, en primer lugar) acabaron siendo asumidas por la Iglesia de Roma. La Reforma de Lutero acabó en ruptura y en una nueva estructura.