TOMAS MARCO
Música Dhoy
Obras de Camarero, Posadas y Sánchez-Verdú. / Intérpretes: Proyecto Guerrero. / Director: Beat Furrer. / Lugar: Auditorio Nacional. / Fecha: 31 Marzo 2007.
Calificación:***
MADRID.- En su interesante ciclo, Música Dhoy ha reunido a tres autores de la generación intermedia española, los de los que hoy rondan los 40. Hay más, claro, pero los programados son muy significativos: César Camarero (Madrid, 1962), por ejemplo, ha investigado mucho en la poética interna del sonido; ello está muy presente en Nostalgia de un paisaje futuro (2004), obra sutil y refinada que logra un espacio propio por una especie de suspensión del tiempo. Algo más movida y ornamentada es Reverso 2 (2001), que resulta igualmente atractiva y sonoramente cuidada.
Entre los discípulos de Francisco Guerrero, de Alberto Posadas (Valladolid, 1967) se suele decir que es el que continúa con un lenguaje más cercano al del maestro. Esto es matizable, pues, si lingüísticamente pueden tener similitudes (la escritura es terriblemente difícil atrayendo un plus de tensión), en Posadas nace todo de una mentalidad racional, matemática, y de una sensibilidad fuertemente conceptual, no de un fondo romántico. Casi un decenio separa Pri em hru (1995) de Nebmaat (2004) pero lenguaje y macroforma funcionan de una manera similar en ambas. La evolución está más en el nivel de la precisión estética. Ambas obras poseen amplia intensidad y atractivo sonoros que producen una emoción no sentimental pero de gran fuerza.
José María Sánchez-Verdú (Algeciras, 1968) es un compositor muy conocido; se puede decir incluso que está de moda y, realmente, lo merece por su personalidad compositiva que es muy propia e inconfundible. Se ha adentrado en la investigación de un cierto bruitismo pero, en lugar de, como otros, buscar una estética feísta, lo que pretende es desvelar la belleza oculta que la manipulación del sonido puede encerrar.
Machault-Architekturen I-V son cinco piezas para conjunto que pueden tocarse separadas aunque aquí se ofrecieron todas y en su orden. Se basan en esa intertextualidad que le es cara y que le ha llevado a frecuentar la música árabe tanto como la del medievo cristiano. En este caso, Sánchez-Verdú parte de una confrontación con la música del poeta y compositor del Ars nova, Guillaume de Machault, una de las luminarias del siglo XIV. Y no se trata de hacer citas o variaciones sino de un diálogo estructural entre un compositor de hoy y sus ancestros. Música delicada y original que da la medida de un autor actual, de sus procedimientos y de su pensamiento musical.
Los músicos del Proyecto Guerrero tocaron todo el programa con competencia y entrega. Beat Furrer, un suizo de carrera austriaca, los dirigió con conocimiento y eficacia y el público salió encantado de un gran concierto que se suma a la trayectoria impecable de Música Dhoy.
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