Money, money, money: dinero, como parece decir Mick Jagger en la foto. Las discográficas temen dejar de verlo definitivamente por culpa de internet, y el último movimiento de una industria aún paralizada por lo que considera «piratería» (los sistemas peer to peer de préstamo de una persona a otra) se registró ayer: EMI, el gigante que comercializa, entre muchos otros, a The Rolling Stones, Norah Jones y Bunbury, ha decidido vender su música en la Red sin protección de ningún tipo.
Explicado para el lego: cambia la tendencia. Después de que los programas de intercambio de archivos se generalizaran, haciendo la música gratis de facto, las compañías aceptaron que vender por internet y a menor precio era el único plan de negocio posible. Pero había un problema: ¿cómo evitar que una sola copia llegara a miles de personas a través de programas como Emule?
Para asegurar que sólo escucharía una canción quien pagase por ella, el sitio más popular y utilizado para comprar música en internet, el portal de Apple iTunes, comenzó a utilizar la tecnología DRM (de Digital Rights Management), un escudo creado para encriptar música.
Pero fue el propio jefazo de Apple, Steve Jobs, quien dio la voz de alarma hace mes y medio: los sistemas de protección «no han funcionado y nunca conseguirán detener la piratería musical», escribió Jobs en una polémica carta que levantó ampollas.
El DRM estaba provocando un movimiento antiApple sobre todo en Europa: una canción comprada en iTunes sólo puede ser reproducida, a causa del dichoso sistema, en los célebres reporductores de la compañía de Jobs, los iPods. Así que Apple, por medio de su carta, se declaraba a favor de quitar toda protección, pero se encontraba atada de pies y manos: las cuatro grandes discográficas, Universal, Sony BMG, Warner y EMI, no le permitían vender su música sin encriptar.
Ayer, EMI daba el paso que, probablemente, las otras tres seguirán en breve. ¿Qué gana EMI con todo esto? Los potenciales compradores que antes no adquirían música en iTunes porque tenían un reproductor de archivos MP3 (el más usado para música) distinto del iPod. De alguna manera EMI reconocía ayer, con su anuncio realizado en Londres, que cuanto más libre sea la circulación de música, mejores perspectivas de negocio puede haber para el sector, una industria que llega al 2% del PIB en el Reino Unido.
Aunque la oferta se diversificará: las versiones sin protección se comercializarán a partir de mayo, pero en iTunes se venderá una opción premium de cada disco, encriptada en DRM, a mayor calidad que la no protegida.
La noticia esperada ayer, en otro orden de cosas, concernía a The Beatles, cuyo catálogo EMI aún no puede vender por internet ante la negativa de los propietarios de los derechos, Apple Corps. Se esperaba un acuerdo ante el anunció de «una apasionante oferta digital», pero todo quedó en agua de borrajas: «Estamos trabajando en ello», dijo a la prensa Eric Nicoli, director ejecutivo de la multinacional.
EMI parece ser la compañía que enfrenta más de cara el cambio de modelo de negocio al que internet está obligando. A principios de año hizo una limpia casi indiscriminada de directivos y anunció, como poco, un 10% menos de volumen de negocio para 2007.