D. B.
BARCELONA.-
El tenista suizo Roger Federer se ha convertido en la persona que más veces ha ganado un trofeo Laureus. El jurado le otorgó anoche el premio al Mejor Deportista Internacional Masculino por tercera ocasión consecutiva, después de ganar la temporada pasada Wimbledon, el US Open y el Abierto de Australia. El homenajeado, sin embargo, no acudió a la gala, y la organización optó por el recurso de lanzar en la pantalla el auditorio imágenes suyas. Fue Boris Becker, encargado de entregar la estatuilla, quien se la quedó a buen recaudo.
En el apartado femenino, la Mejor Deportista fue la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, quien sí asistió al Palau Sant Jordi. Isinbayeva, Martin Braxenthaler y Alessandro del Piero (por Italia) fueron los únicos homenajeados que acudieron a la gala.
Los deportistas españoles se quedaron a las puertas de la gloria. Comenzando por Fernando Alonso, de nuevo aspirante al título al mejor deportista masculino del globo y de nuevo apeado por Federer. El asturiano siguió la gala, si es que la vio, muy lejos de Barcelona. La gran esperanza, sin embargo, era la selección española de baloncesto, flamante campeona del mundo. Era el título en el que muchos coincidieron que merecía, y con la ilusión de recoger la estatuilla acudieron a la gala Marc Gasol y Rudy Fernández. Pero una vez más el fútbol pudo con todo, y la selección italiana se adjudicó el premio al Mejor Equipo Internacional por el Mundial conquistado en Alemania. También se impuso en la votación al Barça de Ronaldinho.
Javier Otxoa.
Dos españoles más aguardaron a escuchar su nombre de boca de algún mito del deporte. El ciclista Javier Otxoa derrochó simpatía en las horas previas al certamen, pero no pudo levantar el premio al Mejor Deportista Discapacitado. El ganador fue el alemán Martin Braxenthaler, competidor de esquí adaptado. Asimismo, la jovencísima Gisela Pulido, campeona mundial de Kitesurf, disfrutó de lo más parecido a un sueño. Estuvo nominada al premio al Mejor Deportista de Deporte Extremo, que finalmente cayó en manos del surfista norteamericano Kelly Slater, ocho veces campeón del mundo de surf.
El tenis fue el gran protagonista de la octava gala Laureus. Además de Federer, fueron coronadas dos tenistas más. Serena Williams ganó el premio a la Mejor Reaparición por su victoria en el Open de Australia, mientras la francesa Amélie Mauresmo fue la Mejor Revelación Internacional tras sus dos primeros Grand Slam.
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