El viento de la pugna nacional e internacional por hacerse con Endesa ha desarbolado a los principales y teóricamente independientes organismos reguladores españoles que han tenido que encargarse del caso, y el más importante de ellos es la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Su honesto, impulsivo y antipragmático presidente, Manuel Conthe, no pudo con el segundo trágala en una semana. Vale no expedientar al grupo italiano Enel y la española Acciona, pese a su desafío a las reglas de la CNMV, por aquello de que cuentan con el apoyo del Gobierno. Pero de ahí a ser el presidente que aprobara su contraopa a la del grupo alemán E.ON sin rechistar, ha sido ya demasiado para él.
Conthe ha visto que el Gobierno, empezando por La Moncloa, quería retorcer, en su opinión, la legislación vigente con el fin supremo de que Endesa no cayera en manos alemanas; y también ha visto que su gran mentor, el hombre que le ha confiado cargos de responsabilidad en la Administración, el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, no ha hecho lo suficiente para impedirlo.
Conthe no empezó ya con buen pie en septiembre de 2005, cuando apenas llevaba un año en el puesto que le había confiado Solbes (el asesor económico de Zapatero, Miguel Sebastián, prefería otros candidatos), argumentó a favor de la OPA hostil de Gas Natural y envió unas cartas reclamando pasividad a Endesa. Éstas fueron hábilmente descalificadas por Manuel Pizarro, el presidente de la eléctrica desde la etapa del PP, con la Constitución en la mano.
A las órdenes de Montilla
La CNMV parecía un peón más del poder, lo mismo que otro regulador, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que aprobaba, a las órdenes del ex ministro de Industria, José Montilla, la OPA de la gasista de La Caixa, pese a que los precedentes le obligaban a prohibirla. Entró en escena la alemana E.ON, y Conthe, volcado ya entonces en homologar la CNMV a otros organismos internacionales, empezó a detectar que el Gobierno estaba yendo demasiado lejos en apoyo a la gasista.
Cuando Montilla -el mismo que no se había inhibido en el Consejo de Ministros aprobando la OPA de La Caixa que había condonado la deuda a su partido- le pedía que investigara a Pizarro por dar información privilegiada a E.ON, Conthe se negó. En su opinión, el presidente de Endesa hacía lo que tenía que hacer, buscar ofertas competidoras a la de Gas Natural en beneficio del accionista.Entró en juego Acciona y Conthe advirtió de que si detectaba que la constructora intentaba abortar la OPA alemana mediante concertación ilegal con otros inversores, tendría que intervenir.Pero nada de eso sucedía y ni la constructora de José Manuel Entrecanales parecía lograr aliados, ni Gas Natural aguantaba el tirón con los alemanes.
En un intento final, la gasista de La Caixa pidió el pasado enero a Conthe que frenara la oferta alemana por haber recibido información privilegiada, en su opinión, de Pizarro. Pero el presidente de la CNMV se mantuvo en sus trece irritando una vez más a sectores del Gobierno.
Todo cambió el día 27, cuando Enel anunciaba su entrada en escena.El presidente de la CNMV olfateó que si no actuaba, iba a ser el hazmerreír de los mercados financieros mundiales. Sometió entonces a Enel a un interrogatorio sin precedentes y el grupo italiano le respondió con evasivas e incluso con medias verdades.
El pacto
Conthe se fue calentando. Llegó el 22 de marzo y Madrid era ya un hervidero de acuerdo final entre Acciona y Enel para frenar a E.ON, el único que había lanzado la OPA en condiciones transparentes.Conthe telefoneó a ambos para pedirles explicaciones. Le respondieron con evasivas, pero la CNMV decide suspender la cotización de Endesa y destapar el pacto.
Conthe se seguía calentando. El viernes 23 de marzo, el presidente de la CNMV convocó el consejo del organismo y se encontró con que los consejeros que él veía más próximos a Moncloa, entre ellos su sucesor en funciones, Carlos Arenillas, defendían dar vía libre al pacto hispanoitaliano. En una solución de compromiso de las que Conthe acepta sólo excepcionalmente, la CNMV no prohibió la operación, pero la frenó durante seis meses.
La paralización devolvía aliento a E.ON y Moncloa tocó a rebato.El lunes 26, Enel y Acciona se envalentonan y anuncian su OPA, pese a las advertencias de la CNMV. Conthe estalló, había que sancionarles y quitarles derechos políticos, pero se quedó en minoría en la CNMV y lo más que pudo hacer Solbes, con influencia en otros miembros del consejo, era ratificar el frenazo de los seis meses. Su calvario no ha sido distinto de otros reguladores.
La presidenta de la CNE, Maite Costa, se ha visto incluso todavía más desautorizada que Conthe, puesto que el Gobierno ha retirado el grueso de sus condiciones a E.ON para intentar paliar el choque con la Comisión Europea. Pero no ha dimitido. También quedó en minoría en el Tribunal de Defensa de la Competencia, su presidente, Luis Berenguer, cuando votó a favor de la OPA de Gas Natural frente a la mayoría.