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| La razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar (Rivarol) |
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| PULSO ENERGÉTICO / Un cargo maldito |
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| La 'silla eléctrica' |
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| La presidencia del organismo regulador va pareja a escándalos y afrentas contra empresas, aunque ningún antecesor de Conthe fue tan valiente ante el poder como el último 'fundido' |
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A. LORENZO
MADRID.-
La marcha de Manuel Conthe de la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) vuelve a abrir el debate sobre la independencia de un organismo que siempre ha estado en el punto de mira de los escándalos y de los abusos de las grandes empresas. Conthe, su quinto responsable desde que en 1988 se puso en marcha por el Gobierno de Felipe González, ha dado el portazo ante la presión de la guerra que se libra por Endesa. Un asunto politizado y que ha terminado con la paciencia del supervisor del mercado. Pero Conthe, a diferencia de sus predecesores en el cargo, es quizá el presidente que menos caso ha hecho de los frentes políticos que se han abierto en el seno del Ejecutivo y en las empresas. No ha ocurrido lo mismo con Blas Calzada, que tuvo que vérselas con Telefónica, o con Pilar Valiente, que dimitió tras verse salpicada por el caso Gescartera.Un año antes, le tocó el turno a Juan Fernández-Armesto, que se declaró incapaz de «sancionar a los poderosos» a raíz de las stock options del ex presidente de la operadora, Juan Villalonga.Al primero de los responsables del organismo, Luis Carlos Croissier, le tocó lidiar con la intervención de Banesto e Ibercorp.
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