MADRID.-
Calzada se hizo con las riendas de una CNMV cuya imagen había quedado dañada por el escándalo Gescartera. Un asunto que se llevó por delante a su predecesora en el cargo, Pilar Valiente, y que forzó a la institución a enfrentarse a una profunda remodelación de la que este técnico tuvo que hacerse cargo.
En septiembre de 2001, el hasta entonces presidente del comité de expertos del Ibex y director del Servicio de Estudios de la Bolsa, asumió la agria tarea de poner orden en un organismo tocado.Pero contaba con el respaldo del Gobierno del PP, que no se lo pensó dos veces en colocar al frente de la CNMV a uno de los expertos que más vinculación tenía con el mercado de valores.Él, precisamente, participó en la elaboración de la Ley del Mercado de Valores en 1988 y su reforma, 10 años después.
Calzada, al igual que sus antecesores, se vio atado a las circunstancias políticas y, aunque su mandato expiró en octubre de 2004, coincidiendo con el vencimiento del cargo, tuvo que enfrentarse a Gescartera y a la polémica OPA de Telefónica sobre Terra.
Poco dado a conceder entrevistas, sorprendió que a un diario económico manifestara su malestar por el robo de un documento, en la CNMV, sobre la actuación de César Alierta, presidente de Telefónica, en la compra de acciones de Tabacalera. Más tarde, a EL MUNDO indicó que «el asunto está lleno de complicaciones» y que, «naturalmente», no pensaba decirlas «nunca» salvo que un juzgado se lo pidiese.
Calzada optó por no influir en el precio ofrecido por Telefónica sobre Terra, lo que levantó ampollas entre los minoritarios, mientras dejó escapar críticas a las auditoras a raíz de los casos Enron y Gescartera.
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