JOSÉ LUIS MARTINEZ CAMPUZANO
Falta Capex. ¿Se sorprenden por mi afirmación? No sólo lo digo yo, también fue clave en la última comparecencia de Bernanke ante el Congreso de Estados Unidos. El crecimiento de la inversión empresarial es bajo al compararlo con otros ciclos anteriores. Es bajo si consideramos la fortaleza del consumo y el elevado porcentaje de capacidad de producción utilizada, y teniendo en cuenta las favorables condiciones financieras. Y es un problema generalizado excepto en China, en buena parte responsable de la liquidez mundial.
Algunos economistas relacionan esta «relativa» baja inversión con la globalización: ¿es tan importante ahora dónde se materialice? Otros aluden a que en estos momentos estaríamos viviendo las consecuencias positivas de la elevada inversión de los 90. La realidad es que no deberíamos preocuparnos: el crecimiento mundial seguirá sostenido a medio plazo. Lo cierto es que estaríamos más tranquilos si las empresas dieran síntomas de aumentar su inversión. Sería la confirmación de que ven con optimismo el futuro. Y me refiero al crecimiento orgánico, porque ahora lo que sí parece evidente es que muchas empresas optan por crecer en cuota de mercado adquiriendo a sus competidores. Pero también dedican buena parte de sus beneficios a aumentar su autocartera o a repartir dividendos. Hasta el Q3 del año pasado las empresas del S&P invirtieron 300 billones de dólares frente a los 335 que utilizaron para recomprar papel o los 150 de pago de dividendos. Cifra muy similar en el caso de la inversión del año 2001, pero muy superior en las otras dos partidas.
José Luis Martínez Campuzano es estratega en España de Citigroup.
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