El jefe etarra también ordenó que no se realizasen en modo alguno ni seguimientos, ni vigilancia, ni, mucho menos, atentados, contra miembros del Partido Nacionalista Vasco, Izquierda Unida, Eusko Alkartasuna y Aralar.

El liberado de ETA no sólo hablaba de que había recibido las órdenes de recopilar información, sino también de atentar contra objetivos. Según los expertos consultados, el hecho de que el miembro de ETA aclarase contra quiénes no podía atentar, según las instrucciones recibidas, se interpreta como que contra el resto tenía ya total libertad de movimientos.

Estas fuentes señalaron que, durante una larga declaración, José Angel Lerín explicó que en el momento de pasar desde Francia a España para reactivar el comando Donosti recogió informaciones directamente de manos de Txeroki con el fin de completarlas.Había datos poco precisos o incompletos sobre futuros objetivos.También recibió informaciones similares por parte de miembros legales [no fichados por las Fuerzas de Seguridad del Estado] para que las completara. Según su declaración, la dirección etarra le había marcado una serie de órdenes generales y algunas más particulares.

Al contrario del resto de formaciones, el liberado de ETA sí recibió la orden de Txeroki de fijar datos precisos de cara a futuras acciones contra miembros del Partido Popular. El seguimiento hacia los integrantes de esta formación era general, sin concretar nombres precisos ni cargos. Le dejaba abiertas todas las posibilidades.«Manos libres al liberado para actuar contra el PP», declararon a este periódico las citadas fuentes.

En la misma línea, el responsable del comando Donosti también declaró que la consigna que recibió es que obtuviera información sobre miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.Asimismo, debía recoger datos sobre mandos policiales de la Ertzaintza y patrullas uniformadas. Es curioso el caso de los funcionarios de Prisiones, que también están incluidos en estas maniobras de vigilancia de ETA. Txeroki le ordenó que dejara al margen de sus vigilancias y seguimientos a los funcionarios que pertenecieran al sindicato nacionalista ELA.

Pero el etarra, que fue detenido en San Sebastián en posesión de armas y explosivos, sí llevaba órdenes de realizar seguimientos y vigilancias muy precisas para atentar contra determinadas personas.En concreto, según explicaron estas mismas fuentes, el comando Donosti tenía instrucciones para realizar un riguroso seguimiento sobre la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua, cuyo hermano Joseba fue asesinado por la organización terrorista.

Lerín explicó a los agentes de la Guardia Civil que fue Txeroki en persona quien le ordenó que elaborara información sobre la presidenta de la Fundación. El liberado del comando Donosti estuvo realizando seguimientos junto a uno de los terroristas huidos, apodado Xarla. Pero la protección y escolta con la que Maite Pagaza se ve obligada a vivir le disuadió, debido a lo complejo de vigilar y seguir a una persona protegida. No obstante, Lerín aclaró que la decisión de abandonar la vigilancia sobre Maite Pagazaurtundua era «temporal» .

No es la primera vez que esta militante socialista se encuentra bajo el control de algún comando terrorista.

El dirigente etarra también ordenó a los integrantes del nuevo comando Donosti que realizaran seguimientos al filósofo y miembro del colectivo pacifista Basta ya Fernando Savater. Los terroristas estudiaron las informaciones que la dirección etarra les había proporcionado, pero no localizaron a su objetivo. La operación de la Guardia Civil puso fin a estos seguimientos.

También recibieron órdenes de realizar un completo control sobre un militar del cuartel de Loyola que residen en la localidad guipuzcoana de Pasajes. Los etarras habían localizado ya el vehículo utilizado por este funcionario y la zona en la que solía aparcarlo por las noches. La actuación de la Guardia Civil cercenó de raíz la probable intención de ETA de colocar una bomba lapa en el vehículo de este militar.

Los terroristas habían elaborado ya informaciones sobre el repetidor de televisión instalado en el monte Jaizkibel. El propio Lerín llevó a cabo también labores de información sobre una pareja de la Ertzaintza que patrullaba a pie en Tolosa.

Todos los datos recopilados por los integrantes del comando Donosti fueron almacenados en el ordenador que la Guardia Civil confiscó al propio Lerín justo en el momento de su detención.

Durante la operación, los agentes se incautaron de numerosas fotografías, la mayoría de miembros del PP, de recortes de prensa.Era información apenas elaborada. De hecho, había muchas listas de las anteriores elecciones autonómicas y municipales.

Además de cargos de esta formación en el País Vasco y Navarra, los integrantes de este comando etarra contaban también con datos sobre representantes del PP de La Rioja. El nombre de representantes del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Logroño figuraban en poder de los etarras, aunque sin ninguna elaboración.

Este hecho hace sospechar a los especialistas que el comando recién creado es más que probable que tuviera un futuro ámbito de actuación mucho más amplio que Guipúzcoa.

Por otra parte, la Guardia Civil registró ayer un domicilio en el barrio pamplonés de la Chantrea en busca de Ugaitz Astiz, dentro de la operación antiterrorista que desarrolla desde el miércoles contra el 'comando Donosti' de ETA, según informó Askatasuna en un comunicado.

En concreto, los agentes del Instituto Armado entraron sobre las 22 horas en el domicilio familiar de Astiz, en la calle Cascante, número 4, de Pamplona. También registraron un trastero y dos coches de la familia. Los agentes se incautaron de dos ordenadores.La Guardia Civil busca también a Iñaki Lerín, hermano del liberado del comando Donosti desmantelado.