Con esta convocatoria, que propondrá para la próxima semana -Semana de Pascua-, el dirigente del PP dará respuesta a una carta que le fue entregada en mano ayer mismo al Grupo Popular y por la que el portavoz socialista declara su «firme voluntad política de llegar a un acuerdo».

La misiva socialista, cuyo contenido adelantó ayer El País como la «propuesta que no podrán rechazar» que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo anunció días atrás a los populares, viene a proponer un nuevo «modelo» de pacto entre los dos grupos basado en los criterios de «pluralidad» y «apertura» a un mayor abanico de «asociaciones judiciales».

Según fuentes parlamentarias populares, la carta no hace referencia a la necesidad de dar cabida al PNV o a otros partidos en el reparto de cuotas para la elección de los 20 vocales del Consejo. Tampoco concreta propuesta alguna sobre la reducción del número de miembros que correspondería elegir a ambos grupos mayoritarios.

Las mismas fuentes se apoyan precisamente en esta doble circunstancia para considerar completamente abierta la posibilidad de un acuerdo con cuyos criterios de «pluralidad» y «apertura» se dicen genéricamente «de acuerdo».

Desde la dirección del Grupo Popular se insiste, no obstante, en que la próxima reunión será «una más» de otras varias que ya se han celebrado con el mismo objeto y en las que nunca hasta ahora se ha hablado de nombres propios. Además, matizan que la anterior renovación del Consejo tardó más en acordarse que lo que está durando ésta.

Sea como sea, la propuesta socialista sí apunta a la posibilidad de que los grupos mayoritarios renuncien a las mayorías y a las minorías de bloqueo. Ello significa, en la práctica, que el PP -mayoritario en el reparto del poder del actual Consejo- habría de desistir en el próximo de la minoría de bloqueo que los propios socialistas ejercen ahora con sus nueve vocales. A la vez, el PSOE habría de renunciar a la mayoría, pero ésta vendría asegurada por la suma de sus ocho vocales con el resto de los que elegirían sus socios, los partidos nacionalistas.

Desde los cuarteles de la calle de Génova, el partido eludía ayer cualquier reacción a una propuesta todavía no formulada. Desde el Grupo Parlamentario, más allá de la decisión de convocar en breve la citada reunión, sí se analizaba la misiva socialista con abierto escepticismo.

El diputado Vicente Martínez-Pujalte destacó ayer que la oferta socialista pasa por que el PP tenga menos puestos en el Consejo que los nueve que tenía el PSOE frente a la mayoría absoluta del Gobierno de Aznar. «¡Cuando nosotros tenemos más diputados de los que tenían ellos!», protestaba Pujalte, según informa Europa Press. A su juicio, lo único que pretende el PSOE es, de nuevo, «controlar» el Consejo.