La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha ofrecido implantar la enseñanza bilingüe en 50 institutos públicos de Secundaria si vuelve a gobernar en la Comunidad la próxima legislatura. Quiere que los niños que estudian ahora Primaria en español e inglés sigan haciéndolo en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y en el Bachillerato.
Aguirre hizo ayer este anuncio durante su visita al colegio San Eugenio y San Isidro, del distrito madrileño de Arganzuela, a la que también asistió el consejero de Educación, Luis Peral. Este es uno de los 205 centros públicos de enseñanza Infantil y Primaria de la Comunidad (21 de ellos en Madrid capital) que abren durante las vacaciones escolares de Semana Santa, informa Efe.
Estos colegios, que participan en el programa Abierto en vacaciones, acogen estos días a 12.000 niños para ayudar a sus familias a compatibilizar el trabajo con el calendario escolar.
El colegio San Eugenio y San Isidro forma parte de los 122 centros públicos bilingües de la región, que el próximo curso aumentarán a 147 debido, según la presidenta, a «la excelente acogida que han tenido» entre los padres y madres de los niños.
Por este motivo, Aguirre anunció que si renueva su cargo en las elecciones del 27 de mayo, extenderá la educación bilingüe a 50 institutos madrileños de Secundaria y Bachillerato. Con este objetivo quiere incrementar la calidad de la enseñanza pública -una de las prioridades del Gobierno regional- y adaptarla a la «sociedad globalizada» en la que vivimos, afirmó.
Durante su visita al colegio de Arganzuela, que en su casi siglo de existencia ha sido sometido a tres rehabilitaciones, la presidenta tuvo ocasión de conversar con algunos de los 70 niños de tres a 12 años que estudian en este centro y en otros colegios públicos cercanos.
Estos niños participan durante la Semana Santa en las actividades culturales, deportivas y de ocio organizadas por la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para ayudar a sus familias a compatibilizar el trabajo y las vacaciones escolares.
Para llevar a cabo estas actividades, y también las que se realizan en el curso fuera de horas lectivas, la Comunidad destina este año 13,8 millones de euros, 1,3 millones más que lo que dedicó al mismo fin el curso pasado, dado el «éxito» que, según puso de manifiesto Aguirre, ha tenido esta iniciativa entre las familias madrileñas que han escogido la enseñanza pública para sus hijos.
La presidenta señaló que las actividades extraescolares en periodos vacacionales también benefician a los abuelos, que en muchas ocasiones cuidan de sus nietos mientras los padres trabajan y que tanto unos como otros tienen la garantía de que los niños «están bien cuidados» mientras permanecen en el colegio y, además, disfrutan de actividades «festivas» que ayudan a completar su formación.
Subrayó que abrir los colegios públicos los fines de semana y durante las vacaciones escolares «favorece la conciliación profesional y personal de las familias» que, junto con la calidad educativa, aseguró que constituyen «uno de los grandes retos que tenemos» en el Gobierno regional.
El colegio San Eugenio y San Isidro y todos los que están abiertos en la Comunidad de Madrid durante las vacaciones de Semana Santa acogen a los niños, de lunes a viernes, de 7.30 a 15.30 horas y dan a los pequeños el desayuno y la comida.