SERGIO PICCIONE
MADRID.-
La famosa Carrozzeria Bertone, uno de los centros más famosos del diseño del automóvil podría verse abocado al cierre.
Las conversaciones que mantenía con Fiat Auto, que aparecía como la tabla de salvación, han quedado rotas. La causa, según fuentes internas de la compañía, ha sido las excesivas exigencias de los herederos de Nuccio Bertone -que murió en 1997-, que ahora deberán proponer mañana, en su asamblea anual de accionistas, un nuevo plan de viabilidad para la empresa.
Desde hace un año, Bertone y Fiat negociaban la posibilidad de que la primera se hiciera cargo de la producción de un modelo coupé-cabrio para Fiat. Para demostrar su capacidad tecnológica, Bertone realizó un prototipo con unas características similares a las que hubiera tenido el Lancia. Lo denominaron Suagná y fue presentado en vísperas del Salón del Automóvil de París en septiembre del año pasado.
La rotura de las negociaciones se produjo cuando Sergio Marchionne, el consejero delegado del grupo italiano, consideró imposible de rentabilizar el coche que debía producir Bertone y, por tanto, decidió que salga de las líneas de montaje de la planta Fiat de Mirafiori, en donde se produce el Grande Punto, cuya plataforma utilizará, igual que la nueva berlina de Lancia.
Se ha podido saber que el problema surgió cuando por parte de Bertone se exigió que en este proyecto se diera empleo a los 1.500 empleados de la compañía, mientras que desde Fiat se consideraba que como máximo se debería readmitir a 700.
Desde que en septiembre de 2005 Bertone dejó de producir un cabrio del modelo Astra para Opel, 1.400 de sus empleados han estado acogidos a un expediente de regulación de empleo, cobrando el 90% de su salario. Pero este plan de subsidio de desempleo concluirá el próximo día 7 de julio. Si para entonces no se ha logrado un nuevo contrato, su futuro puede verse comprometido.
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