P. P
Los presos de Guantánamo y de las cárceles secretas que EEUU ha tenido hasta hace poco en terceros países dentro de su 'guerra contra el terrorismo' siguen sin tener derecho de 'habeas corpus'. O sea, no pueden recurrir a un tribunal para cuestionar su detención. Eso implica que pueden estar enterrados vivos en la cárcel cubana de Estados Unidos mientras Washington así lo crea conveniente, sin tener cargos en su contra, simplemente porque Estados Unidos los ha considerado «enemigos combatientes» y, por tanto, están sujetos a un sistema legal creado 'ad hoc' para ellos, con el objetivo de darles un castigo ejemplarizante.
Ésa es la consecuencia de la decisión del Tribunal Supremo de inhibirse en un recurso presentado por los abogados de varios de los 385 prisioneros que Estados Unidos todavía mantiene en Guantánamo. El Supremo -la máxima instancia judicial de EEUU- rechazó un recurso planteado por esos abogados después de que el 20 de febrero pasado el Tribunal de Apelaciones del distrito de Columbia declarara que los detenidos en Guantánamo no pueden recurrir su detención ante los tribunales civiles. La Casa Blanca, previsiblemente, reaccionó ayer con satisfacción. «A primera vista, estamos muy complacidos con esta decisión», declaró Dana Perino, la portavoz del Ejecutivo de EEUU. Al rechazar el recurso, sin embargo, no cierra totalmente la puerta a nuevas iniciativas legales por parte de los representantes de los presos.
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