Si se compara el fallecimiento del jefe de Gobierno de Armenia, Andranik Margarián -que sufrió un ataque cardiaco en su apartamento de Ereván el pasado 25 de marzo-, con la espantosa muerte en octubre de 1999 del anterior primer ministro, Vazgen Sargsian -acribillado a balazos por cinco terroristas en plena sesión del parlamento-, uno puede llegar a la conclusión de que la Armenia que deja Margarián es mucho más estable que la de hace siete años.
Ello se debe, en gran medida, al buen hacer del fallecido, que en sus siete años de gestión al frente del Gobierno (un récord para la Armenia poscomunista) destacó por su habilidad para navegar entre dos aguas y actuar de intermediario entre el poder, encarnado por el popular presidente, Robert Kocharián, y las fuerzas de la oposición.
Su popular capacidad diplomática quedó sobradamente demostrada durante el asalto armado al Parlamento del 27 de octubre de 1999 (que costó la vida al jefe del Gobierno y a otras siete personas, entre minitros y diputados), cuando Margarián, entonces diputado, entabló diálogo con el comando armado para que depusiera las armas. Los asaltantes pedían elecciones y cambios políticos radicales en el país.
La inesperada desaparición de Margarián es interpretada por algunos politólogos rusos como una amenaza para la estabilidad de la república ex soviética, que, aventuran, podría verse abocada a escenarios de protesta montados por la oposición de cara a las elecciones parlamentarias del próximo 12 de mayo.
Cabeza visible del Partido Republicano de Armenia (la formación favorita para imponerse en las parlamentarias de mayo), Margarián fue nombrado al frente del Gobierno en mayo de 2000, tras un breve periodo de transición a cargo de Aram Sargsian, hermano del primer ministro abatido en el asalto al Parlamento. Hasta ese momento, su carrera política discurrió por la senda de la disidencia, urgando entre las grietas del monolítico totalitarismo soviético.
Fue a finales de los años 60 cuando Margarián encabezó el Partido de la Unión Nacional, una formación ilegal en la URSS de Leonidas Brezhnev. En 1972 se licenció en la facultad técnica de cibernética de Erevan, la capital de Armenia, y trabajó como ayudante del ingeniero jefe en una filial del Instituto de investigación científica para la industria gasística de la Unión Soviética.
Dos años más tarde, Margarián fue arrestado por la policía soviética por sus «ideas y actividades antipatrióticas», y hubo de pasar dos años en prisión. Desde 1977 trabajó como ingeniero jefe en el Instituto energético de Armenia, como responsable de una fábrica de electrónica y en el Ministerio soviético de comercio de la república. Durante los años de la perestroika alumbrada por el líder soviético, Mijail Gorbachov, Margarián se adhirió a las tesis reformadoras y se pronunció a favor de la independencia de la república armenia, conseguida en 1991. Un año más tarde se integró en el Partido Republicano.
Andranik Margarián, primer ministro armenio, nació el 12 de junio de 1951 en Ereván (Armenia), ciudad en la que murió el 25 de marzo de 2007.