RADOMIR ANTIC
Resultado muy merecido para el Valencia, que sin embargo se dedicó durante casi todo el partido a intentar contrarrestar las virtudes del rival en lugar de crear su propio juego. En la primera parte logró defender bastante lejos del área, cuestión que no pudo continuar tras el descanso. Y fue en una acción individual, gracias a la inspiración de Silva -de largo, el mejor del partido-, la que le permitió hacer un gol, cuestión vital en una eliminatoria como ésta. Apenas generó fútbol el equipo de Quique porque con Albiol y Albelda como pareja de mediocentros esa empresa es muy difícil. Joaquín y Vicente sí lograron progresar por sus bandas, pero muchas veces no pudieron centrar porque no había rematadores. Villa caía mucho a esos mismos costados y a Silva le gusta bajar a recibir, con lo que apenas llega al remate.
Dicho queda, en la segunda parte se dejó dominar mucho más. Esa segunda mitad confirmó lo que algunos sospechábamos desde hace tiempo: que los fichajes de este año del Chelsea (Ballack y Shevchenko), quizá, no son lo que de verdad necesita el grupo. El fútbol propuesto por los de Mourinho prescindía de la elaboración para colgar balones frontales sobre el área de Cañizares, ayer algo más inseguro de lo habitual. La baja de Robben es importantísima porque les deja sin ninguna opción de jugar por fuera. Ni Shevchenko ni Drogba son jugadores que sepan guardar el balón en espera de la segunda línea, y por eso ayer ni Ballack ni Lampard aparecieron en posiciones claras de remate.
Ahora, a Quique le toca decidir. ¿Qué hacer en Mestalla? ¿Atacar o especular? A buen seguro que dependerá mucho de algunos factores como el estado físico del equipo. La baja de Vicente será sensible, seguro, y además el sábado tienen un partido de mucho desgaste en San Mamés. Está la duda de si Morientes se va a recuperar a tiempo... En definitiva, muchas incógnitas y una certeza. El resultado de ayer es magnífico.
|