S. SALAS DE VEGA
SEVILLA.-
Es tiempo de fiesta en Sevilla. También para el balón. Hoy le rendirán homenaje dos de los equipos que mejor lo entienden, el Sevilla y el Tottenham. El campeón de la Copa de la UEFA y uno de los grandes aspirantes. El espectáculo está asegurado con un puñado de duelos de alta escuela: la velocidad de Jesús Navas contra la de Aaron Lennon, el poder de Kanouté contra el de Robbie Keane, la sutileza de Kerzhakov con la de Berbatov, el filtro de Poulsen y el de Zokora...
Sin embargo, las circunstancias trasladarán también el foco de atención fuera del terreno de juego. 4.000 hinchas londinenses desembarcarán hoy en el día grande la Semana Santa sevillana. Por ello se ha dispuesto una batería de medidas excepcionales. Los aficionados del Tottenham pasarán las horas previas al partido en un recinto preparado para ellos. Allí se llevarán una agradable sorpresa.
Los hooligans han sido avisados por su propio club de la existencia de la ley antibotellón, que prohíbe beber alcohol en la calle -bajo multa de 300 euros y posible arresto-, y les ha pedido que la respeten. Pero en el recinto que se les ha preparado frente a la estación de Santa Justa, para mantenerles alejados de la vorágine de pasos y cofradías que invade el centro de la ciudad, se hará la vista gorda. El espacio, que ocupa más de 3.700 metros en el parque ubicado a escasos 500 del estadio Sánchez Pizjuán, dispondrá de varias zonas de restauración para abastecer de comida y bebida a los ingleses.
Además, habrá dos enormes pantallas de vídeo en las que se retransmitirán partidos históricos del equipo inglés, así como una especie de santuario para los hinchas de los spurs, en el que se colocarán banderas y otros motivos de identidad del equipo.
Espanyol-Benfica.
El Espanyol tiene otra gran cita ante un histórico, el Benfica, bicampeón de Europa en los años 60 y actualmente clasificado en la segunda posición del Campeonato portugués, por detrás del Oporto.
Todos los jugadores del equipo blanquiazul han interiorizado el mensaje de su técnico, Ernesto Valverde, quien ha hecho ver que es el Benfica el que debe cargar con el papel de favorito: «Estamos hablando de un grande. Es como si nos enfrentáramos a un Real Madrid o un Barcelona. Se trata de disfrutar de este momento y hacer valer nuestras virtudes», comentó un técnico que ya estuvo, como jugador, en aquel Espanyol dirigido por Clemente que alcanzó y perdió la final de la UEFA hace 19 años frente al Bayer Leverkusen.
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