C. E. C.
El próximo lunes, Severiano Ballesteros cumplirá medio siglo de vida. Si no hay un milagro de dimensiones gigantescas en estos cuatro días, entre los regalos que reciba no estará la chaqueta verde de ganador del Masters.
«Hay personas que no deberían envejecer nunca y Seve es una de ellas», afirma Gary Player, uno de los más grandes golfistas de todos los tiempos y que a sus 71 años disputará su Masters número 50.
La figura de Ballesteros cegó al golf mundial durante la década de los 80. No había otro como este español que aterrizó en los grandes torneos estadounidenses sin tener pajolera idea del idioma inglés. «Lo que se hablaba allí era el golf, una lengua universal, y ahí no me iba nada mal», ha recordado el atrevido cántabro en más de una ocasión. Es el lado triste de los deportistas de tan alta etiqueta, arrinconados ya para recordar batallitas. Y eso que las de Sevy, como le apodaron los millones de incondicionales en las islas y en Estados Unidos, son memorables.
Considerado uno de los tres mejores golfistas europeos de todos los tiempos, hoy saldrá a jugar sin más pretensiones que pasar dos jornadas entretenido, echando un vistazo a las descendientes de aquellas azaleas que tanto le reverenciaron. Seve se llevó el Masters en 1980 (el más joven campeón hasta el primer triunfo de Tiger, 17 años después) y en 1983. Además, fue segundo en 1985 y 1987. No había otro como él en tierra extraña; tan osado, tan irreverente con los palos; tan elegante.
Este fin de semana no espera superar el corte del torneo, desde luego. Al fin y al cabo, la última vez que lo logró fue en 1996. Aquel año, finalizó en la posición 45. A partir de entonces, su calvario se intensificó en todos los campos del mundo. A sus 40 años su golf le había dicho adiós. Su lesión crónica de espalda y algunos problemas personales se colaron en la salud de un campeón hecho a sí mismo y que, por descontado, cambió radicalmente el rumbo del golf en España.
Seve saldrá hoy del tee del primer hoyo junto al sueco Carl Pettersson y el estadounidense Paul Goydos. Será su Masters número 28. No volvía al National de Augusta desde 2003. La última de las 90 tarjetas que ha firmado en estos 27 años fue la peor de su carrera: 85 golpes (13 sobre el par). En estos últimos cuatro años, su divorcio, sus hijos, su paso al circuito senior y el desgraciado accidente de una amiga han ocupado su vida.
Otros tres españoles participan en el Masters y todos, por supuesto, con más opciones que Seve. Sergio García no estará por primera vez acompañado por su padre. Su juego irregular le aparta de los favoritos. José María Olazábal, campeón en dos ocasiones (1994 y 99), sigue sin encontrar su swing. Ha participado en ocho torneos este año de forma muy gris. Miguel Angel Jiménez tampoco anda fino y su juego no apunta, ni mucho menos, como en años anteriores.
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