B. MONTAÑO / I. H. VELASCO
MADRID/ROMA.-
Pirelli ha pisado el acelerador en el proceso de venta de Olimpia, el principal accionista de Telecom Italia. Sus ganas de desinvertir y la voracidad de los bancos de negocios e intermediarios por participar en la jugada están dando pábulo a todo tipo de especulaciones sobre las grandes compañías interesadas. La que más fuerza tomaba ayer era la de que Telefónica y France Telecom podrían estar estudiando lanzar una contraoferta a la ya anunciada por AT&T y América Móvil para hacerse con el 66% de Olimpia, tal y como publicaba en la edición de ayer The Wall Street Journal.
El trasfondo político de esta posible operación contaba ayer con dos vertientes. Por un lado, el desembarco de las compañías española y francesa en el principal operador telefónico italiano contaría con la bendición del Ejecutivo de Romano Prodi, que no ha ocultado su malestar ante la posibilidad de que la estadounidense AT&T y América Movil (controlada por el magnate mexicano Carlos Slim) se conviertan en los socios de referencia de Olimpia, y por ende del 18% de Telecom Italia. El Gobierno de centro izquierda ha dejado ya claro que quiere que la firma permanezca en manos italianas o, en el peor de los casos, en manos europeas en lugar de americanas.
Y es aquí donde aparece la segunda vertiente política. El recién estrenado eje Prodi-Zapatero, forjado tras el triunfo de la italiana Enel, en la que el Estado Italiano posee el 32%, y la española Acciona en la lucha por Endesa, allanaría el camino de vuelta a Italia de dos emporios españoles, Telefónica y la concesionaria de autopistas Abertis. La primera de ellas para optar a la compra de Olimpia y la segunda para desempolvar su fusión con Autostrade, que fue abortada por el Gobierno italiano. Ahora las tornas han cambiado y el ambiente político en Italia es de lo más propicio.
Climas políticos aparte, en fuentes del sector de las telecomunicaciones destacan que César Alierta, presidente de Telefónica, está dispuesto a frenar a Slim, que si llega a tomar el control de Telecom Italia reforzaría aún más su liderazgo en Latinoamérica frente a Telefónica.
Sin embargo, por ahora, Alierta hace valer su intención de llegar sólo a acuerdos industriales con la italiana, sin alcanzar participación accionarial alguna. Pero no se descarta que el Gobierno de Prodi dé un empujón más decidido para que Telefónica se quede con Telecom Italia.
|