En su día, lo impulsó y aplaudió. Pero ya no. Carlos Totorika (PSE), alcalde de la localidad vizcaína en la que hace una década el concejal popular Miguel Angel Blanco fue secuestrado y asesinado por ETA, alzó ayer su mano para exigir a la asociación cívica Foro Ermua que renuncie a utilizar el nombre del municipio que en 1997 albergó y simbolizó el espíritu de los demócratas frente al terror.

Totorika fue uno de los impulsores en 1997 del Foro Ermua, una iniciativa que recogió el testigo del espíritu que invadió las calles de esta localidad, del resto del País Vasco y de España entera durante y tras el secuestro y asesinato de Blanco. Ayer, Totorika justificó su actuación y la de su Consistorio alegando que el trabajo y los objetivos del Foro Ermua «nada tienen que ver» hoy, a su juicio, con los de hace 10 años.

«Me duele de verdad criticar al Foro Ermua, pero más me duele no dar voz a quienes no la tienen y, siendo demócratas se sienten insultados y están indignados por las posiciones de este grupo», sentenció el alcalde de Ermua.

Tras realizar una somera condena a la agresión que uno de los miembros de esta asociación cívica, Antonio Aguirre, sufrió hace dos semanas a manos de un militante del PNV, el socialista Totorika dejaba claro su deslinde de cualquier iniciativa que surja del Foro Ermua, al que acusó de profundizar con su trabajo en las «alteradas relaciones entre demócratas» y que, a su juicio, sólo sirve para «dar oxígeno a ETA».

Su desmarque se produce cuando el Foro Ermua actúa como promotor de varias movilizaciones en contra de la política antiterrorista del Ejecutivo socialista y como acusación en el caso Ibarretxe, en el que se imputa al lehendakari y a los socialistas Patxi López y Rodolfo Ares.

El cambio de rumbo del Foro Ermua esgrimido por Totorika no es compartido por los populares vascos. Su portavoz municipal, Antonio López, consideró que el trabajo que realiza el Foro Ermua en la actualidad sigue teniendo como objetivos la «defensa de la libertad», la «firmeza democrática» frente al terrorismo y la «promoción de valores que permitan recuperar la convivencia» en el País Vasco, entre otras cosas.

El «apoyo absoluto» que el portavoz del PP aseguró que existía en su partido hacia la labor del Foro Ermua no se vio fielmente reflejado en las votaciones. De los cuatro ediles populares en Ermua, uno votó a favor de pedir el cambio de nombre, y otro de ellos no asistió al pleno.

El presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, anunció que el voto de Francisco Rey a favor de esta iniciativa suponía de facto su expulsión inmediata del partido y del grupo municipal por romper la disciplina. Rey, natural de Galicia, justificó su postura en que «si no hay gente de Ermua en el foro, no me vale». En cualquier caso, ya había entregado su carné hace ocho días y ayer llegó a pedir el voto para el socialista Totorika.

El secretario general del PSE de Vizcaya, José Antonio Pastor, aplaudió la votación y aprovechó para acusar al Foro Ermua de utilizar el nombre de este municipio para «intereses bastardos» que «poco tienen que ver con la defensa de la libertad». Asimismo, denunció el «absoluto sectarismo» del PP por expulsar del partido al concejal que votó a favor. «Ha quedado perfectamente claro que no defiende ni la democracia, ni a las víctimas», concluyó.

Tras esta controvertida votación en el Ayuntamiento, Totorika permitió al grupo de jóvenes que había impulsado la recogida de firmas en favor del cambio de nombre del Foro Ermua ofrecer una rueda de prensa en el propio edificio consistorial. Su portavoz, Juantxo Díez, se felicitó por lo sucedido durante el pleno y exigió al Foro Ermua que escuche la exigencia de los ermuarras.