Jueves, 5 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6318.
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La disidencia cubana deja plantado al subordinado de Moratinos como protesta por la actitud del ministro
Se reunió en la embajada alemana y rechazó un encuentro con el representante de Moratinos
MARISA CRUZ. Enviada especial

LA HABANA.- La puntilla a la visita oficial a Cuba del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, la puso ayer la disidencia de la isla cuando, prácticamente en masa, se negó a mantener un encuentro en la Embajada de España con el director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo. Para mayor escarnio, los disidentes de todas las tendencias sí acudieron a la cita de Alemania, el país que ejerce la Presidencia de la UE.

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La embajada alemana ha adoptado por costumbre encontrarse con la oposición a Castro cada primer lunes de mes. El encuentro de los representantes germanos con los opositores tuvo lugar el mismo día en que Moratinos mantenía reuniones con los más altos cargos del régimen.

Los principales representantes de la disidencia fueron declinando la invitación de España uno tras otro. Miriam Leyva, de las Damas de Blanco; Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación; Vladimiro Roca, de Todos Unidos; Marta Beatriz Roque, ex presa política y presidenta de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil... Todos consideraron que la reunión prevista para ayer, una vez que Moratinos ya había abandonado la isla, no tenía sentido.

La cita, llevada en secreto por parte española hasta el último momento, no correspondía en absoluto a las aspiraciones de la disidencia cubana, para quien lo realmente importante del encuentro era su carga simbólica. La clave desde el punto de vista de los opositores era conseguir que el ministro español, y no otra persona, se encontrara con ellos, que se supiera y que ello sirviera para demostrar que España les respalda.

A cambio, lo que se les ofreció fue una reunión semiclandestina, ciertamente con uno de los mejores diplomáticos del Ministerio pero sin rango político de primer nivel. Las comparaciones con la actitud calurosa, satisfecha e incluso «emocionada» que Moratinos ha prodigado a las autoridades del régimen durante sus dos días de estancia en La Habana saltaban a la vista.

Así, por ejemplo, Vladimiro Roca calificó el comportamiento de España como «una falta de respeto por parte de Moratinos y Zapatero al pueblo cubano».

Para Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del conocido Proyecto Varela, la decisión de no asistir a la convocatoria de la embajada de España se resumía con una sola frase: «La visita terminó ayer».

La ex presa política Marta Beatriz Roque aseguró que «la profunda amistad entre Moratinos y Pérez Roque [el ministro de Exteriores cubano] crea compromisos con el Gobierno de Cuba con los cuales la oposición no está de acuerdo».

Igualmente, Miriam Leyva, fundadora de las Damas de Blanco y premio Sajarov de los Derechos Humanos, señaló que «puesto que la delegación ya se ha ido, no tiene sentido reunirse con nadie».

El ministro Miguel Angel Moratinos, antes de coger el avión de regreso a Madrid, fue informado de la negativa de muchos disidentes a acudir a la reunión. Él insistió en que España «está abierta a todos los sectores de la sociedad cubana porque el compromiso español con los derechos humanos siempre ha sido inalterable», pero añadió: «Hay métodos, mecanismos, momentos y fórmulas» con los que el Gobierno «pretende buscar resultados que quizá en otras ocasiones no se obtenían». «Estamos recibiendo a todo el mundo y si no quieren venir, lo respetamos».

Ayer, a última hora de la tarde (hora española), sólo parecían dispuestos a asistir a la embajada los dos representantes más moderados de la disidencia: el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa y Eloy Gutiérrez Menoyo, de Cambio Cubano. Para este último, la visita española a la isla ha sido «formidable» y ello pese a que admite que por ahora no se conseguirá ningún resultado ni avance en democracia ni en derechos humanos.

Representantes de la disidencia contrastaron la actitud de España con la de Alemania, el país que ejerce actualmente la Presidencia de la Unión Europea y que, desde hace tiempo, convoca a todos los opositores en su embajada el primer lunes de cada mes. El último encuentro que los disidentes han mantenido con el encargado de negocios alemán, Michael Klepsch, la máxima autoridad de la representación diplomática en tanto no se nombre nuevo embajador, se produjo el pasado lunes, coincidiendo con la primera jornada de la visita de Moratinos a La Habana.

Los opositores aseguran recibir en estos encuentros el «pleno apoyo» de Alemania e incluso, alguno de ellos ha criticado duramente en estas reuniones la actitud del embajador de España, Carlos Alonso Zaldívar, a quien consideran demasiado complaciente con el régimen.

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