Jueves, 5 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6318.
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CRISIS ANTITERRORISTA / Las negociaciones
ETA exigió al Gobierno que aceptara una autonomía con Navarra para seguir el 'proceso'
Fue su respuesta al Ejecutivo, que le había requerido un comunicado en el que diera un paso adelante La banda terrorista se negó e Interior decidió extender la alerta por la posibilidad de un atentado
ANGELES ESCRIVA

MADRID.- ETA hizo llegar al Gobierno que una de las condiciones para que el proceso iniciado hace un año prosperara era la admisión de la autonomía formada por las tres provincias vascas y Navarra propuesta por Arnaldo Otegi en febrero.

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Probablemente esa condición, entre otras, mantenida de manera inamovible hasta meses después del atentado perpetrado en Barajas, fue la que provocó que el Ejecutivo empezase hace una semana a realizar lecturas lo suficientemente negativas como para levantar la alerta sobre la posibilidad de que la banda perpetrase algún atentado de manera más o menos inminente.

Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo llegó a esta deducción después de hacerle llegar a la banda, de manera absolutamente indirecta, la necesidad de que hiciese público un comunicado en el que diera un paso con la suficiente entidad como para hacer ver que el proceso no estaba definitivamente condenado al fracaso. La condición establecida entonces públicamente por algunos miembros del Gobierno -y también por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz- para que fuese posible retomar los contactos directos fue la del abandono de las armas. También se especuló con que un gesto como la entrega de las pistolas robadas en Francia sería un indicio suficiente de buena disposición, y de ahí surgió el rumor de que ETA iba a dar ese paso.

Nada más lejos de la realidad. Según las mismas fuentes, ETA respondió negativamente a la exigencia del Ejecutivo y vino a argumentar que el que tenía que demostrar su verdadera voluntad de llegar a algún acuerdo era el Ejecutivo, y que el mejor modo de hacerlo era admitir la propuesta efectuada por Otegi.

Constatada la situación, el Ejecutivo, en esta ocasión, prefirió ponerse en la peor de las hipótesis y no descartar que la banda pueda decidir de nuevo -del mismo modo que ocurriera en Barajas y en aplicación de la más genuina técnica poli-mili- que el mejor modo de impulsar un proceso -desde su punto de vista en crisis- es atentar con el fin de hacer entrar en razón a su interlocutor.

Los expertos consideran que lo más probable es que la banda avale la propuesta de Otegi en el próximo Zutabe -boletín interno-, aunque lo cierto es que el portavoz de la formación ilegalizada jamás realizaría una sugerencia que antes no hubiese consultado con la dirección de ETA.

Mientras se cruzaban esos mensajes la banda y el Ejecutivo, Batasuna continuaba reuniéndose con todos los partidos vascos salvo el PP. En esos días previos a la comparecencia de Otegi en la Audiencia Nacional, el portavoz de Batasuna se reunió con PNV y EA para proponerles in extremis que intentasen llegar a algún acuerdo en torno a su propuesta autonomista para, entre otras cosas, presionar a los socialistas. Imaz les respondió que no pensaban cerrar propuestas a «dos bandas» y se ganó las críticas de los radicales.

Tras los contactos, socialistas y nacionalistas dijeron haber constatado que Batasuna se encuentra en tensión interna porque hay un sector que se opone a los atentados, consciente de que parte de sus bases no entendió lo ocurrido en Barajas. Pero no está lo suficientemente concienciado como para plantarle cara a la banda, «que es la que sigue mandando». Sostienen que si ETA atenta, «destrozará» a la izquierda abertzale, pero a partir de ahí dividen sus conclusiones: «Por eso no va a perpetrar un atentado, por lo menos con muertos», dicen unos; «no se puede descartar que no vuelva a atentar», dicen esta vez los socialistas conocedores de los entresijos del proceso.

Los nacionalistas confían, para encontrar alguna salida, en la reacción de las bases radicales a medio plazo, aunque saben que las ilegalizaciones van a ser instrumentalizadas. Y citan otro dato: sostienen que en la banda se está reproduciendo la misma tensión interna que en Batasuna y que en estos momentos está dividida. Las Fuerzas de Seguridad aseguran que no les consta.

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