PEDRO SIMON
MADRID.-
Lo de ayer debió de ser como cuando Neil Armstrong pisó la Luna. No había traje de astronauta ni brinquito de marras en la protagonista, pero a ver quién le discute el aserto a los afligidos: el miércoles fue un pequeño paso para Carla y un gran salto para la transexualidad.
Carla Antonelli, la histórica activista y coordinadora del área transexual del PSOE, se convirtió ayer en la primera persona solicitante de cambio de identidad de Madrid. De cohete interespacial hizo el taxi, de superficie lunar el desvencijado Registro Civil de la calle de Pradillo. Y, bueno, la galaxia entera está por conquistar.
«Desde ayer [por el martes], ya cuando estaba finiquitando la instancia, sentía una angustia en el estómago», nos cuenta Carla, felizmente aterrizada en casa. «Porque tomas contacto con la realidad, porque te das cuenta de que vamos hacia delante, y que lo que siempre has soñado está ahí».
La escotilla la ha abierto la Ley de Identidad de Género que permite el cambio de sexo documental y registral sin necesidad de operarse y que entró en vigor el pasado 17 de marzo. Se arregló con esmero y se puso guapa «con intención». Llegó Carla al Registro. Presentó los papeles en ventanilla. Y una chica le dijo que había pisado un planeta por recorrer.
- Bueno, es usted la encargada de inaugurar este libro, es la primera que solicita un cambio de sexo documental en Madrid.
La mujer nueva que viene es en realidad la de siempre. Gracias al paso de ayer, pasadas unas semanas, en su pueblo, Güimar (Canarias), se archivará la partida de nacimiento vieja y se redactará una nueva donde pondrá que, ese día, quien nació era una mujer, en toda regla, llamada Carla Delgado Gómez.
«Pido a todos y a todas que vayan a los registros civiles, que se animen a cambiar su documentación», que levanten el vuelo, proclamaba ayer Carla. Suenan los motores. Hay unos 7.000 españoles, por fin, pudiendo ver de cerca las estrellas.
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