JAIME G. TRECEÑO
En los tiempos en los que el alcalde de Madrid cantaba villancicos por Navidad, es decir, los de José María Alvarez del Manzano, el Ayuntamiento se propuso construir una calle ecológica. El impulsor de la idea fue el entonces concejal de Movilidad y presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda, Sigfrido Herráez, que a la postre fue edil de Vivienda con Gallardón. Ayer por fin, después de unos cuantos años, el proyecto ha visto la luz. El plan consiste en introducir en las ciudades elementos de la naturaleza. Ha sido ideado por la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo y recrea ambientes mediterráneos.
El bulevar está basado en criterios medioambientales y de sostenibilidad, por lo que se ha empleado materiales reciclados. Por ejemplo, el suelo de los árboles climáticos es de caucho procedente de las ruedas de los vehículos. Se alimenta con energía renovable y cuenta con un sistema de climatización pasivo.
El denominado árbol mediático es un cilindro de cuatro alturas en los que se disponen diferentes plantas y que está cubierto de una tela antirreflectante que sirve como pantalla en la que se pueden proyectar imágenes. Además, dispone de un luminoso en el que se da información meteorológica y datos del interior y exterior.
Nubes de agua
El recinto protege de la radiación solar directa gracias a una cubierta de doble capa. Cuando la temperatura exterior supera los 27 grados salta, automáticamente, un sistema que provoca una nube de agua que reduce el calor. El espacio está preparado para alojar a la gente que quiera leer o descansar. El árbol lúdico es otra instalación que también cuenta con una pared vegetal interior y exterior. Tiene columpios enganchados a la estructura y dispone de una zona de grava para los niños. También puede generar la misma nube de agua.
Finalmente, el árbol de aire o climático es el más llamativo de los tres, ya que parece sacado de una película futurista. Desde el exterior, se pueden apreciar 16 chimeneas de acondicionamiento natural del aire y, al igual que los otros, se levanta sobre una superficie de caucho . Dispone de un sistema climatizado que se dispara cuando la temperatura exterior supera los 27 grados. Las cuatro plantas de su interior también cuenta con enredaderas.
Las tres instalaciones tienen 16 unidades de cuatro paneles fotovoltaicos que generan una potencia de más de 12.000 kilovatios al año. Esta energía es suficiente para cubrir su consumo eléctrico anual. Cada uno de estos árboles artificiales es capaz de depurar cerca de 45 kilos de aire al año y entre los tres se disponen 550 especies vegetales. El bulevar, en donde están instaladas estas tres infraestructuras, tiene una longitud de más de medio kilómetro. La financiación del proyecto se ha realizado con dinero del Ayuntamiento y de la Unión Europea.
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