ANA MONTENEGRO
Ferrari, la mítica marca italiana de coches deportivos y protagonista de la Fórmula 1, celebró ayer en Madrid con sus clientes su 60º cumpleaños, que festeja durante estos meses. Dentro de los actos de la conmemoración, Ferrari ha organizado una vuelta al mundo que durará 158 días. Empezó a primeros de año y ayer llegó a Madrid tras pasar por Oriente Medio, Asia, Australia, Nueva Zelanda y América. El Tour Ferrari 60º Aniversario entró en Europa el pasado lunes por Portugal y, tras una etapa en Galicia, entre Baiona y Santiago de Compostela, ayer recorrió la Comunidad de Madrid.
Alrededor de unos 20 propietario de Ferrari se concentraron en la carretera de La Coruña con sus automóviles. En la caravana había clásicos modernos como el Testarossa y otros actuales como el 430 en su versión coupé y Spider o el 612 Scaglietti e incluso el último modelo lanzado por la marca de Maranello, el 599 Fiorano, todos herederos de la tecnología que Ferrari ensaya en sus Fórmula 1.
Desde ese punto, la caravana salió hacia El Escorial para hacer un recorrido por la Sierra de Madrid y volver a la capital para concentrarse en la Plaza de la Lealtad. Estaba previsto que el alcalde la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, fuera el encargado de entregar el testigo que ha recorrido todo el mundo con este Tour a Andrea Castronovo, director general de Ferrari West Europa, para que lo llevase hasta la siguiente etapa. Pero un retraso de más de media hora en la llegada de los participantes y los compromisos del alcalde impidieron a Gallardón, gran aficionado al motor, estar presente.
El testigo ha sido creado para este evento. Está compuesto con pequeños carteles que recogen la historia de la marca y coronado por un cavallino, el logotipo de la casa. Está realizado en platino y brillantes por el joyero italiano Damián. Llegó a la plaza de la Lealtad en otra joya: el primer Ferrari de la historia, el 125 S.
Tras la concentración, los asistentes regresaron al punto de salida para una comida en la que se cantó el cumpleaños feliz ante una tarta. La sorpresa llegó desde Italia y a través del teléfono. El presidente de Ferrari y del grupo Fiat, Luca de Montezemolo, entró en directo para felicitar a todos los asistentes y anunciarles que «el Ferrari más bello todavía no se ha construido». Fue toda una sorpresa y promesa de futuro para los clientes de la marca concentrados en Madrid.
El comedor donde se celebró la reunión estaba presidido por una réplica del Ferrari de Fórmula 1 que el próximo fin de semana, en manos de Kimi Raikkonen y Felipe Massa, debe intentar lograr la segunda victoria del año en el Campeonato del Mundo. Entre los miembros de la marca, reina una tranquilidad tensa. Saben que su coche es el más rápido, pero temen que la pérdida de líquido refrigerante en Australia, pueda haber afectado al motor de Raikkonen.
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