KHALED YACOUB OWEIS. Reuters / EL MUNDO
DAMASCO.-
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, afirmó ayer que el jefe de Estado sirio, Bashar Asad, está listo para llevar a cabo conversaciones de paz con Israel. Sin embargo, su anuncio de que también Tel Aviv podría abrir la puerta a las negociaciones fue matizado por colaboradores del primer ministro del Estado hebreo, Ehud Olmert, quienes indicaron que Damasco debe antes dejar de apoyar a «grupos terroristas».
«Nuestra reunión con el presidente nos permitió comunicar el mensaje de Olmert de que Israel está listo para comprometerse en conversaciones de paz», aseguró Pelosi durante su reunión en Siria con Asad, una visita a la que se opuso la Casa Blanca, más favorable a aislar internacionalmente a Damasco. Sin embargo, un miembro de la delegación de la presidenta demócrata de la Cámara Baja estadounidense dijo que, durante la cita, se hablaría del supuesto apoyo de Siria a los insurgentes que operan en Irak y de su respaldo al movimiento palestino de Hamas y a Hizbulá en el Líbano.
Responsables sirios dijeron que Damasco quiere ayudar a Washington a conseguir una «retirada honorable» de Irak, pero a cambio de que Estados Unidos presione a Israel para que devuelva los Altos del Golán, conquistados en 1967.
«La visita de Pelosi no será suficiente para derribar todos los obstáculos y normalizar las relaciones sirio-estadounidenses, pero pensamos que el diálogo que está llevando a cabo con Damasco es muy importante», dijo el periódico gubernamental Tishreen. «La posición de Siria es de rechazo a la Guerra de Irak. Estamos preocupados, porque nuestro país es la víctima principal del caos, la violencia y el terrorismo allí», se leía en el diario, que hacía referencia a los 1,2 millones de refugiados que han llegado a Siria desde la invasión del país vecino en 2003.
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