MOSCU.-
La Asamblea legislativa de Moscú aprobó ayer una ley que impone restricciones a la celebración de manifestaciones y mítines en las calles de la capital rusa.
De acuerdo a la nueva normativa, quien planee convocar un acto público debe, además de presentar la solicitud pertinente, calcular de antemano el número de participantes, de tal manera que por cada metro cuadrado no haya más de dos personas, informa Efe.
La diputada Tatiana Portnova señaló a la agencia Interfax que esas nuevas normas persiguen «exclusivamente fines de seguridad» y pretenden crear unas condiciones que «excluyan que haya exceso de gente» y que «nadie sea atropellado por un automóvil». La ley, iniciativa del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, también establece que el número de congregados en un acto público que se celebra en un local cubierto no supere el de los asientos con los que cuente la sala.
Los primeros comentarios críticos coincidieron en que la normativa da luz verde a las autoridades para obstaculizar al máximo la organización de cualquier iniciativa popular y poner trabas a la oposición. «El Kremlin, que lleva a cabo una política apuntada a prevenir revoluciones 'naranja', da a entender a la oposición que debe abandonar el campo político o jugar según sus reglas, convirtiendo la política en una profanación burocrática», aseguró el analista Boris Makarenko, citado por el periódico 'Vek' en su edición digital.
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