AMADEU GARCIA
BARCELONA.-
Es la hora de la verdad para el campeón de Liga. Ha pasado lo peor, las lesiones de algunos de sus símbolos, como Eto'o y Messi, y el calendario se presenta aparentemente asequible para dar el golpe de gracia y mantener distancias con el Sevilla y el Real Madrid. De hecho, el vestuario azulgrana se plantea el partido de mañana en La Romareda contra el Zaragoza como el reto más complicado de aquí al final de la competición. Se le da una importancia extrema a este compromiso.
El recuerdo de la reciente eliminatoria copera acrecienta el optimismo barcelonista. Tras la derrota por 0-1 en el Camp Nou, el equipo de Rijkaard remontó con un 1-2 en La Romareda, el día en que el técnico decidió jugar con sólo tres defensas y rememorar el estilo del Dream Team de Johan Cruyff.
Además, volverá uno de los jugadores determinantes del Barça, Deco, ausente por lesión en los últimos encuentros. El portugués jugará con una protección en el dedo lastimado de la mano derecha.
El técnico podrá formar con su tridente de ataque. Ronaldinho, que no se entrenó con el grupo durante dos días, sí volvió ayer a ejercitarse con normalidad. Precisamente, el entrenador del Zaragoza, Víctor Fernández, recordó los peligros evidentes que representa enfrentarse a un líder que ha recuperado todo su arsenal en ataque. «El Barcelona llega en un momento de forma muy bueno y ha recuperado al tridente mágico. Con esos tres jugadores arriba lleva mucho tiempo sin perder. Algún día tiene que ser y ojalá que sea en La Romareda. Frente al Barça tienes que hacer muy bien las cosas si no quieres que pasen por encima de ti, pero también es más fácil motivar a tus jugadores porque la trascendencia es enorme», indicó.
«No hay ningún equipo que haya pasado por encima de nosotros, aunque a veces hemos tenido altibajos para mantener el control de los partidos. Tenemos abiertas todas nuestras aspiraciones», afirmó el preparador zaragocista.
Athletic-Valencia.
En San Mamés se enfrentarán mañana el día y la noche. Un aspirante al título que llega de imponer su ley al mismísimo Chelsea en Londres y un ocupante de la zona de descenso ya camino de la desesperación. Al menos, el técnico del Athletic, Mané, encontró ayer un motivo para el optimismo: «Ahora nos viene mejor enfrentarnos a un grande como el Valencia para recuperar nuestro juego».
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