JESUS MARIA DIEZ
OLYMPIACOS 89
TAU CERAMICA 95
Penn (12)
Acker (19)
Domercant (17)
Bourousis (5)
Zizic (11)
Harissis (0)
Vasilopoulos (2)
Schortsanitis (3)
Macijauskas (13)
Stefanov (1)
Hoskin (6)
Scola (20)
Prigioni (4)
Rakocevic (17)
House (4)
Splitter (18)
Planinic (6)
Erdogan (9)
Vidal (13)
Peker (0)
Teletovic (4)
Arbitros: Lamonica, Pulk, Jovcic
Eliminados: Scola (min. 39).
PABELLON PAZ Y AMISTAD. LLENO.
Lo que hizo anoche el Tau Cerámica en El Pireo incluso quedó un tanto amortiguado por la fuerza de la costumbre, pero que nadie se olvide de que el equipo vitoriano sacó la oposición a grande de Europa tres años después de presentarse tímidamente a los exámenes. Y lo hizo con seguridad. No con la autoridad de Vitoria, nadie lo esperaba, pero sí con la confianza, y sobre todo con la ambición, que todo campeón debe tener para serlo. Ahora toca conjurarse para lograr el cetro europeo y colocar a Vitoria en lo más alto del baloncesto continental, ya con un título que defender el año que viene.
La superioridad del Tau como equipo, la sangre fría al final del encuentro y la aparición de hombres como Scola, Splitter y Vidal, los veteranos de este grupo, hicieron posible el pase a la FinalFour frente a un Olympiacos que planteó batalla, que no renunció nunca a la esperanza, pero que al fin y al cabo es inferior a los vitorianos.
Los griegos querían vencer en casa y volver a Vitoria, y por eso salieron con su receta habitual. Cuatro abiertos y un pívot en el centro para aprovechar unos espacios que el Tau dejaba en cuanto acudía a las ayudas defensivas. A los vitorianos les costó romper a sudar, estaban muy lentos en ataque, el balón no circulaba, el bote predominaba sobre el pase y las pérdidas permitían a Penn anotar en transición. La gran defensa al pase y al hombre de los griegos estaba haciendo estragos, así que Maljkovic paró el partido y cambió el rumbo del equipo. Un triple y un mate de Vidal ajustaron diferencias para cuando se inició el segundo periodo, el de Tiago Splitter.
El brasileño se sale desde hace un mes y medio, y ayer dio una lección bajo los tableros a los hombres altos del Olympiacos. Ganchos, rebotes, pickandroll, todo le salía a un jugador a quien acompañó Erdogan desde el perímetro. El rearme moral se tradujo en una oportunidad para practicar el baloncesto que mejor hace el Tau, el de la sexta velocidad. La zona planteada por Maljkovic permitió al equipo robar y correr al contragolpe, y sólo los puntos de Zizic y Penn evitaron que el Tau se fuera al descanso sintiendo el partido en sus manos. Sin embargo, la tendencia ya fue claramente favorable al equipo vitoriano, que mantuvo la ventaja hasta el final.
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