Severiano Ballesteros, uno de los golfistas europeos más grandes de la historia (cinco títulos del Grand Slam), realizó su recorrido número 90 en Augusta. Desde 1977 nunca había firmado una tarjeta tan mala. Su marca negativa estaba en 85 golpes, que firmó la última vez que recorrió el National Augusta, en 2003. Ayer, firmó 86 golpes. Ni en los peores pronósticos, el más pésimo precisamente era el suyo la tarde anterior, se podía imaginar un registro tan flojo. Seve finalizó en la posición número 95 de 96 participantes. Sólo lo hizo peor que él un debutante de 23 años, Casey Watabu. Ninguno de los dos superará el corte del torneo.
«Yo tenía muy claro que no lo iba a hacer bien, pero desde luego, no me esperaba un resultado tan malo. He podido entrenarme muy poco en los últimos días», confesó abatido Seve tras su participación. Realizó nada menos que ocho bogeys, tres dobles bogeys y sólo siete pares. Ni un solo birdie.
El pésimo estado de forma de Seve se entiende en cada uno de sus golpes: sólo alcanzó la calle de salida cuatro veces de 14 intentos, y el green también sólo en cuatro ocasiones de 18. En los greens fue otra historia : 'sólo' 31 putts.
Hoy el cántabro, que el lunes cumplirá 50 años, volverá a salir al campo, si es que no se viene abajo del todo. Después, seguirá preparando su entrada en el circuito senior estadounidense. La bola no le vuela bien.
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