WASHINGTON.-
El Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo que dirige el español Rodrigo Rato, advirtió ayer que la ralentización del crecimiento de la economía estadounidense podría afectar negativamente al resto de los países, según indicó esta institución en los capítulos preliminares de su informe sobre las previsiones económicas globales, cuya versión definitiva se publicará el próximo 11 de abril en Washington.
El Fondo establece que la economía global avanza favorablemente a pesar del crecimiento lento de la locomotora mundial, Estados Unidos, pero un agravamiento de la crisis del mercado de la vivienda norteamericano supondría «riesgos» para el desarrollo económico mundial. «Si el debilitamiento del sector de la vivienda se propaga al consumo y a la inversión de las empresas, los desbordamientos transfronterizos podrían resultar considerablemente más fuertes», establece el fondo, quien precisa que estos efectos negativos pueden evitarse si se toman precauciones: «Las economías afectadas serían capaces de contenerlos si reaccionaran con prontitud y flexibilidad», señala.
El FMI establece que si el enfriamiento de la economía estadounidense se propaga finalmente al consumo y a la inversión empresarial «las autoridades no deberían tardar en actuar con flexibilidad y ánimo previsor para amortiguar el impacto de la contracción de la demanda externa».
El estudio concluye que estos efectos serían de una magnitud «considerablemente inferior a la desaceleración del producto estadounidense mismo», y que serían más acusados sobre los países que compartan más vínculos comerciales y financieros con Norteamérica, esto es, Latinoamérica y algunos de los países más industrializados.
«En promedio, una disminución de un punto porcentual del crecimiento anual estadounidense está vinculada a una caída del crecimiento de 0,2 puntos porcentuales en América Latina y de 0,4 puntos porcentuales o más en México y Canadá», señala el informe, que asegura que los países menos afectados por la ralentización de EEUU son Africa y Oriente Próximo.
Según establece el organismo internacional, hasta ahora, sin embargo, «la ralentización estadounidense ha tenido poco efecto perceptible sobre el crecimiento en la mayor parte de los países», aseguró.
Esto obedece, en primer lugar, a que la crisis inmobiliaria que sufre el país no se ha extendido a otros sectores económicos de la economía norteamericana. Además, según asegura el informe, las implicaciones sobre la demanda global se han reducido porque los vínculos comerciales con la economía estadounidense han adquirido menor importancia para numerosos países, que hasta hace poco dependían de EEUU.
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