MADRID.-
Los últimos inmigrantes del buque Marine I que aún permanecen en Mauritania serán repartidos entre varios países ante su resistencia a revelar su nacionalidad, según informaron a Efe fuentes del Ministerio de Exteriores. Sin embargo, las negociaciones para saber qué países se harán cargo de la veintena de inmigrantes no identificados no se han cerrado todavía, aunque España ya ha expresado su rechazo a acoger a alguno de ellos, según las mismas fuentes.
Este último grupo continúa en el puerto mauritano de Nuadibú casi dos meses después de que los 369 ocupantes del Marine I desembarcaran en este lugar, tras ser auxiliados por una patrullera de Salvamento Marítimo.
La mayoría de los náufragos fue repatriada voluntariamente a la India y Pakistán en coordinación con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
España aceptó la acogida provisional de 35 inmigrantes que solicitaron asilo político, de los que 22 eran de Myanmar (antigua Birmania), 10 de Sri Lanka y tres de Afganistán. Otras 35 personas de origen subsahariano fueron enviadas a Guinea-Conakry tras permanecer algunos días en Cabo Verde.
El carguero Marine I se dirigía a las islas Canarias, pero una avería le hizo perder el rumbo y fue rescatado por Salvamento Marítimo, que lo condujo a Mauritania, donde desembarcaron el pasado 13 de febrero tras permanecer varios días a bordo frente a las costas de este país hasta que se negoció una solución diplomática.
Mientras tanto, y para evitar que se repita lo sucedido con el Marine I, el Ministerio de Exteriores sigue atento a la situación del barco de bandera norcoreana Happy Day, fondeado desde hace cinco días frente a las costas de Guinea-Conakry con cerca de 300 inmigrantes ilegales a bordo que también pretendían dirigirse a Canarias.
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