Air, según reveló ayer la cadena Sky News, reconoció cinco días antes de ser capturado que entre sus labores y las de sus compañeros estaba recopilar información sobre actividades iraníes en el Golfo Pérsico. ¿Espionaje? Sus palabras suenan a eso, sin duda.

La cadena de noticias decidió no emitir la entrevista con el capitán Air, de dos minutos, para no poner en peligro a los detenidos, a los que Irán amenazó con llevar a juicio y que, según se supo ayer, mantuvo aislado a uno de los cautivos.

Las palabras de Air podrían haber sido más que suficientes para que el Gobierno de Mahmud Admadineyad acusara de espionaje a los 15 británicos. Tras explicar cómo se relacionan con los barcos de pescadores iraníes que faenan por la zona, el responsable del grupo explica: «Al lado de las barcazas o a bordo de ellas nos relacionamos con la tripulación. Tratamos de averiguar si tienen algún problema, nos presentamos, les explicamos que estamos para protegerlos, proteger su pesca y frenar la piratería o el terrorismo en el área».

Las palabras que pronuncia a continuación pueden ser un reconocimiento claro de que hacían labores de espionaje. «En segundo lugar, recopilamos información de Inteligencia. Si ellos tienen algún tipo de información, puesto que están aquí durante días, la pueden compartir con nosotros, tanto si es sobre piratería o sobre cualquier otra actividad iraní en la zona, porque, obviamente, nosotros estamos en una zona próxima a Irán».

Los británicos patrullan las aguas del Golfo Pérsico bajo mandato de Naciones Unidas para evitar el contrabando -sobre todo de armas- a Irak.

Cuando los 15 marineros fueron detenidos, Irán los acusó de haber violado sus aguas territoriales. Londres lo negó y acusó a las autoridades de Teherán de haber abordado a sus soldados cuando éstos se encontraban a 1,7 millas náuticas del límite que divide las aguas territoriales iraquíes de las iraníes.

«Estas barcazas», explica el capitán Air a Sky News en referencia a los botes de los pescadores de la zona, «han sido asaltadas hace tres días por soldados iraníes». Hay que tener en cuenta que la entrevista se realizó el 18 de marzo, cinco días antes de que los marineros fueran apresados. Por tanto, Air se refiere a un episodio del 15 de marzo. «Parece que se llevaron dinero y que esto se ha producido en muchas ocasiones en el pasado, por eso es bueno recopilar información sobre los iraníes».

El ministro británico de Defensa, Des Browne, justificó las palabras del capitán. Explicó que es evidente que «el mandato de la ONU» autoriza a estos marineros a «recolectar información sobre el entorno en el que están trabajando», algo que se produce «en todas las acciones militares modernas».

Cuando fueron detenidos, los ocho marinos y siete infantes británicos regresaban a la fragata HMS Cronwall tras inspeccionar un buque en el canal de Shatt al-Arab, frontera natural entre Irak e Irán.

El capitán Air dijo a Sky News que consideraba absurdo que la tripulación de los barcos a los que subían reaccionara violentamente. Primero, porque sabían que enfrente tenían a soldados armados. Segundo, porque tenían claro que ellos estaban allí para ayudarlos. En cualquier caso, aclaró que siempre estudiaban la situación y que se aseguraban de que no había riesgo alguno antes de subirse a un barco.

Air y sus 14 compañeros fueron liberados el miércoles por el Gobierno de Ahmadineyad, que decidió perdonarlos como «regalo» de Semana Santa al pueblo británico. El vuelo de British Airways BA 6634 en el que regresaron a Reino Unido aterrizó ayer a las 12.02 horas en el aeropuerto londinense de Heathrow. Los marinos fueron instalados en primera clase. Los pasajeros que tenían billete para viajar en business fueron trasladados a los asientos de turista. Testigos del viaje han contado que los chicos rieron a carcajadas y que se oyeron corchos de botellas de champán.

Tras llegar a Londres, se subieron en dos helicópteros Sea Hawks que los trasladaron a una base de la Royal Navy en Devon, donde se reunieron con su familia y se esperaba una declaración. Al final no hablaron. Un militar salió a la puerta del destacamento y leyó frases dictadas por los marineros, que hoy comparecerán ante la prensa.