Domingo, 8 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6321.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Crónica
Nueva economia
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo (Borges)
 CATALUNYA
SEÑALES DE HUMO
La naturaleza de los metales
El tripartito deberá salvar al menos dos peligrosos escollos: la sentencia del TC sobre el Estatut y las elecciones españolas
MARÇAL SINTES

Hay que suponer que lo de Ridao, que el martes proponía que el tripartito exigiera a Zapatero la titularidad del aeropuerto de El Prat para rectificar al día siguiente, fue sólo una secuela, una réplica de la crisis del calçot, que acabó en nada pero ha abundado sin duda en el hartazgo que vive el país. Hay que suponer, decía, que el episodio protagonizado por Ridao -casi con toda seguridad el cartel de ERC en las elecciones españolas- es una especie de remate, pues, de lo contrario, habría que concluir que volvemos a andar a lomos del Dragon Khan, algo que nadie en el Gobierno, a menos que esté loco, desea.

Haya sido lo sucedido en los últimos días un traspié o bien el anuncio de otra travesía tormentosa, la que parece clara es la incomodidad de ERC, que ni puede permitirse zarandear la nave ni puede tampoco mostrarse ante su público como el partido independentista que es. Es ese vivir entre la espada y la pared, la sensación de cautiverio, lo que angustia a los altos responsables de Esquerra Republicana, y hace que de vez en cuando pierdan los nervios y actúen sin criterio. Eso no ocurre, desde luego, porque sí, sino porque todos saben del descontento entre amplios sectores de sus votantes y militantes. Hay que tener en cuenta, además, que los dirigentes y cuadros republicanos tienen una cultura política y un estilo que en nada se asemeja a los del PSC ni de Iniciativa. Es probable, por todo ello, que la causa principal de los problemas recurrentes del Ejecutivo de Maragall no fuera ni la personalidad del presidente ni el Estatut, sino mucho más profunda, estructural: la incompatibilidad de los metales con los que se pretendía, y pretende, formar la aleación. A mi juicio, ERC -o, mejor dicho, su ensamblaje con los otros dos socios- es el eslabón más débil, el talón de Aquiles, del Gobierno de Montilla, el cual, por otro lado, a parte de éste, acumula algunos obstáculos más.

Aprovechando estas fiestas pascuales para otear lo que en el futuro puede suceder, diría que, salvo imprevistos -que, como todo el mundo sabe, pueden ser importantes-, el tripartito deberá enfrentarse a dos dificultades que le pondrán dramáticamente a prueba. La primera, si es que no se retrasa inopinadamente, la sentencia del Constitucional sobre el Estatut. Mi percepción es que por mucho que se empeñe el PSC difícilmente va a lograr amortiguar el terremoto político y cívico si al Estatut se lo vuelven a cepillar después de haber sido avalado en referéndum popular. Resulta menos imaginable aún que Esquerra vaya a poder secundar a los socialistas en su anhelo por controlar la situación a su conveniencia.

El segundo gran escollo para Montilla van a ser las elecciones españolas previstas para el año que viene. Sin duda, un Gobierno del PP ayudaría enormemente a consolidar el tripartito. Pero, ¿qué ocurrirá si Zapatero necesita a CiU -que presumiblemente mejorará algo sus resultados de 2004- para seguir en La Moncloa? Por supuesto, una encrucijada de ese tipo provocaría muchas cábalas y discusiones en el seno de CiU. Pero, ¿alguien imagina que, después de lo ocurrido, la formación nacionalista vaya a conceder gratuitamente su apoyo al PSOE? Pedirá algo, y no mera guarnición, sino algo sustancial. Puede que sea un disparate, o no tanto: ¿y si Mas pide gobernar juntos en Madrid pero -atención- también en Barcelona?

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad