Domingo, 8 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6321.
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 CRONICA
LA FRASE (14)
"Hoy es Pascua Florida"
-DE UN CALENDARIO ANTIGUO
JOSÉ ANTONIO MARINA / Filósofo

Deliciosa y anticuada expresión. Escribo en mi jardín, junto al surtidor dorado de las forsythias y a los cerezos en flor. Las ramas sarmentosas de las parras se han alegrado con tiernas hojas de un verde charolado. La naturaleza revive en primavera. Hoy es la gran fiesta del cristianismo. Si navegamos aguas arriba de la tradición alcanzamos un punto irrebasable. Los discípulos de Jesús, que han huido despavoridos después de su muerte, vuelven a reunirse y hablan de una experiencia que han sentido, tan profunda que cambió sus vidas y dió origen a la civilización cristiana. Dar nombre a una experiencia es siempre arriesgado, porque las palabras simplifican y simulan una claridad inexistente. Hablaron de «glorificación» de Jesús, de exaltación junto a Dios, y también de resurrección. «Despertó y se dejó ver». Egèrthè y ôphthè. No sé lo que sintieron. Bultman, un conmovedor teólogo, pensaba que los apóstoles habían percibido en su interior que Jesús continuaba vivo, a pesar de su muerte. Algo así deben de experimentar muchos cristianos que se esfuerzan en durísimas tareas. Así me sonaban las palabras de los miembros de la Parroquia de San Carlos Borromeo, cuando hablaban de la esperanza que Jesús les transmitía. El Calígula de Camus pensaba: «Si una vez al menos sucediera lo imposible, se habría roto nuestro implacable destino». ¡Ojala! (que quiere decir «Dios lo quiera»). Un aire suave mece las flores del cerezo.

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