CARLOS DEL RIEGO
Pocos grupos leoneses de pop, rock o derivados han conseguido traspasar con sus canciones las fronteras del Viejo Reino. Pero poner una pica en Hollywood, eso sólo lo ha logrado Café Quijano. Ahora, el trío de hermanos se ha disgregado. Cada uno batallará por su cuenta.
El mayor de ellos, Manuel, acaba de debutar en solitario. Hizo su reaparición en la gala televisiva Moto GP, su primer disco sin hermanos estará en las tiendas a mediados del presente mes y su estreno en vivo será en el próximo festival Valladolid Latino. Oscar ha escrito la música para una telenovela sudamericana. Y Raúl está terminando el que será su primer disco, escrito en hoteles de todo el mundo, pues siempre acompaña a su novia, la tenista Anabel Medina, por esas canchas. «En el terreno profesional llevamos juntos 9 años 24 horas al día. Era el momento de evolucionar. Pero pueden contar conmigo para lo que sea. Siempre hemos estado muy unidos y así seguirá siendo», afirma Manuel rotundo.
Quijano (nombre artístico del proyecto de éste) es el resultante del desencuentro de Café Quijano y su anterior discográfica, Warner, con la que ha mantenido un desigual tira y afloja en los últimos tres años. El contrato especificaba que la compañía debía publicar cinco discos del grupo, pero sólo han sido cuatro. Este fue uno de los puntos en conflicto. Ocurriera lo que ocurriera y por los motivos que fueran, el caso es que Manolo y la discográfica mantenían opiniones muy encontradas. «Las compañías tienen una filosofía equivocada, al menos bajo mi criterio, aunque puede que sea yo el errado», reflexiona el artista. Sin embargo, tras el forcejeo entre éste y la disquera, se llegó a una solución que, «con buen rollo», ha satisfecho a todos.
Ahora, Manolo (cantante, guitarrista y compositor de los títulos de Café Quijano) emprende un incierto camino. Su nuevo disco, Vidas y venidas, ha sido financiado, producido y editado por él mismo, lo que conlleva mucho riesgo. A pesar de todo, el músico leonés se muestra «convencido de haber tomado la decisión acertada e ilusionado de empezar otra vez desde cero». El problema es que en el mundo del disco no se funciona igual grabando para una gran multinacional (que mucho o poco proporciona apoyo promocional) que hacerlo con el sello recién creado por el autor, Rebels Music.
Sin duda le va a resultar muy difícil reeditar viejos éxitos. Alcanzar las ventas logradas con Café Quijano (alrededor de dos millones de discos en todo el mundo) va a ser trabajo arduo y peliagudo, pues aparte de toda la problemática específica del artista, las ventas de discos no hacen si no descender año tras año. Y por ello, también le va a costar Dios y ayuda llenar recintos como hiciera con sus hermanos en su anterior etapa; no hay que olvidar que uno de los muchos premios recibidos fue al Mejor directo. Lo de recibir laureles y reconocimientos puede parecer empresa más asequible, pero teniendo en cuenta que casi todos tienen como criterio principal las ventas y el éxito, la cosa también se presenta cuesta arriba; sobre todo al comprobar que Café Quijano atesora una docena de galardones, varias nominaciones al Grammy Latino y una a los Gramy Awards.
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