Este lunes se darán a conocer las cifras de mortalidad en carretera más altas del año. A pesar de la entrada en vigor del carné por puntos, nadie es optimista. Carlos Sainz, gran deportista de la velocidad y automovilista sensato que acaba de inaugurar su segundo circuito de karting, apela al sentido común de los conductores que hoy vuelven a casa.

PREGUNTA.- Mañana volveremos a echarnos las manos a la cabeza.

RESPUESTA.- Semana Santa es una de las fechas negras de las carreteras, espero que con las nuevas medidas y los radares haya menos víctimas que el año pasado. Todavía hay quien se queja, pero todo sirve para que la gente tenga un poco más de sentido común y más prudencia.

P.- Volvemos a lo de siempre. ¿Para qué se fabrican esos coches que circulan a 280 kilómetros por hora?

R.- El problema es del conductor. O sea, el problema no es de la flecha sino del indio. Si quieres correr te vas a un circuito y si no, respeta las normas de circulación.

P.- ¿Usted nunca va a más de 120 kilómetros por hora?

R.- Trato de no pasar, de verdad, tengo los puntos intactos.

P.- ¿Se despide de la competición y participa en el Dakar?

R.- Es que me ha servido para desfogarme, para estar con mi familia, para dedicarle tiempo a los negocios. Sólo es una carrera al año.

P.- ¿Volverá a aspirar a la vicepresidencia del Real Madrid?

R.- No creo, me quedé bastante desanimado de lo que vi en las elecciones. Demasiados trapicheos y cosas que poco tienen que ver con el deporte. Han sido unas elecciones lamentables y bochornosas para lo que merece ese club. Acepto lo que diga la Justicia pero se empezaron con una reglas, se aceptaban los votos por correo, y en la mitad del partido se cambiaron las reglas. ¿Entonces a qué jugamos?

P.- ¿Era usted el hombre de paja de alguien?

R.- Nunca lo he sido. Igual han querido dar esa imagen de mí, pero yo no estaba allí para hacer bulto y tenía las ideas muy claras de lo que había que hacer.

P.- El caso es que todos ambicionan el palco. Algo tendrá. De allí salen unos pelotazos millonarios.

R.- El palco del Real Madrid tiene que ser importante, lo que no puede ser, efectivamente, es un centro de negocios, no debe serlo.