Masters
Augusta National
1º Grand Slam del año
6.807 metros
Cuando terminó su recorrido, lanzó su último palo con rabia hacia su bolsa. Se fue del campo con un enfado de mil demonios. Hoy, el Augusta National podría enterarse de lo peligroso que puede ser enfadar a un marciano. Y eso que Tiger Woods fue de los que menos perjudicado salió de un lugar terrible, rediseñado este último año para pasarlo mal dentro y no para disfrutar en él. Así han dejado sus rectores el campo del Masters.
¿No queríais que le complicásemos la existencia a Tier? Pues ahí lo tenéis, peor lo pagaréis todos también. Es lo que deben estar preguntando a los sufridores supervivientes los responsables del torneo más impresionante del mundo. Lo que pasa es que ya era el más impresionante antes de convertirlo en una pista americana.
Tiger acabó la tercera jornada al par del campo, todo un éxito, sin duda. Fue uno de los tres jugadores que no sucumbieron en la jornada de ayer al National. El número uno se fue a la Casa Club sin saber que sus tres sobre el par acumulados le iban a dejar en una posición tabn estupenda en la tabla, por mucho que el campo ya le había dejado claro que los demás (una veintena de jugadores terminaron después de él) las iban a pasar canutas en el tramo final. El hoyo 17 fue particularmente malvado con la inmensa mayoría. Firmar un bogey se convirtió en un auténtico éxito.
Ni el más viejo del lugar recuerda una edición en la que después de tres jornadas se hubieran acumulado tarjetas con tantos golpes. La media ha subido en sólo un año más de cuatro puntos. Una cosa es ponerle obstáculos a los pegadores y otra es hacer vudú con todos los participantes.
El alargamiento de muchos hoyos, la rectificación maligna de los greens, convertidos en auténticas pistas de hielo llenas de ondulaciones, y la colocación perversa de las banderas (hoy podrían estar situadas en los lechos de los riachuelos), hicieron que ningún jugador terminara por debajo del par. Ni siquiera, al par. Esto no se producía desde 1966.
A Sergio García le dolió especialmente esto el viernes. Por segunda vez en los últimos tres años, se quedó fuera del torneo. No siempre fue igual de desagradable la relación de García con el National. En las nueve ocasiones en las que participó, dos de ellas acabó entre los 10 primeros (octavo en 2002 y cuarto en 2004). En su debut recibió el premio al mejor novato clasificado (38º).
El Masters continuó sin Sergio, como también lo hizo sin Ballesteros, que recordará su participación como la peor de su carrera. En su participación número 28, el cántabro terminó último de los 96 participantes, tras unas tarjetas paupérrimas (87 y 80).
Severiano cumple mañana 50 años, pero su mal estado de forma no se debe a su edad, adecuada para el circuito senior en el que debutará de forma inminente, sino a lesiones crónicas, por delante de otras cuestiones personales más o menos incómodas.
José María Olazábal (con +11) y Miguel Angel Jiménez (+12) sobreviven y juegan hoy, pero ambos ya con escasísimas opciones.