Fernández de la Vega se consolida no sólo como el miembro del Gobierno más valorado, sino como el político con mejor imagen entre los ciudadanos.

No obstante, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno ha quebrado la línea ascendente que mantenía desde hace más de un año. Con respecto a la encuesta de enero, Fernández de la Vega ha bajado en valoración de los ciudadanos y ha descendido al mismo nivel que tuvo hace seis meses, en octubre de 2006.

Ha bajado sustancialmente su valoración entre los votantes del PSOE, aunque sigue siendo la preferida entre los socialistas y los de Izquierda Unida, con mucha diferencia. Arrasa entre el electorado femenino.

Junto a ella sólo aprueban el otro vicepresidente, Pedro Solbes, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. En la anterior encuesta aprobaba también el titular de Defensa, José Antonio Alonso, que ahora baja del 5, aunque por pocas décimas.

El responsable de Economía es de los pocos miembros del Gobierno que sube en valoración. A Solbes le beneficia notablemente ser el mejor considerado por los votantes del PP. Parece que es visto como el responsable del mantenimiento de la óptima situación económica que los electores del PP pueden ver como la continuidad de su gestión antes de 2004.

Al vicepresidente económico no parecen afectarle los vaivenes de Endesa, de los que ha intentado estar lo más alejado posible.

Objetivo del PP

El tercero en valoración es Rubalcaba, aunque baje con respecto al sondeo de hace tres meses y esté casi en su nivel más bajo desde que asumió el Ministerio hace un año.

Es significativo que el titular del Departamento sobre el que el PP centra toda su labor de oposición sea el tercero mejor valorado, como si no le afectara la tensión que los de Rajoy intentan llevar a la calle y al Parlamento.

Tampoco le afectaría, según estos datos, el final del llamado proceso de paz. De hecho, Rubalcaba tiene un nivel de valoración muy superior al de Rajoy, con una nota de 5,08, frente al 4,75 del líder del PP.

El titular de Interior está por encima de Solbes en la preferencia de los votantes del PSOE y muy cerca de la de la vicepresidenta primera.

Un dato curioso de esta encuesta es el de la valoración de Jesús Caldera, ministro de Trabajo. Él es el autor y promotor directo de las dos leyes en las que el Gobierno de Zapatero apoya la mayor parte de su gestión, la de Dependencia y la de Igualdad, y, además, a su Ministerio corresponden datos espectaculares como el de creación de empleo.

Sin embargo, nunca ha estado en el aprobado en toda la legislatura, ha bajado en este sondeo con respecto al de hace tres meses y es superado por otros ministros más polémicos. Por ejemplo, la titular de Cultura, Carmen Calvo, de la que es muy difícil encontrar iniciativas legales y, desde luego, alguna decisión a la altura de las mencionadas del de Trabajo, es la quinta en valoración, con tendencia a subir y superando a otros como el de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Hasta ella está por encima de la valoración de Mariano Rajoy, lo que no deja de ser tan sorprendente como significativo.

También sube Elena Salgado, ministra de Sanidad, que en este mes ha sido noticia por la retirada del proyecto de ley que pretendía penalizar el consumo de alcohol entre los menores. De hecho, Salgado llega casi a su mejor valoración de toda la legislatura.

En esta encuesta entra por primera vez Mariano Fernández Bermejo, que asumió la cartera de Justicia a finales del mes de febrero, en sustitución de Juan Fernando López Aguilar.

Lo primero que se observa es que la valoración de Bermejo está muy por debajo de la de su antecesor, ahora candidato a la Presidencia de Canarias, que fue durante gran parte de la legislatura de los pocos ministros que aprobaban. Fernández Bermejo tiene una nota de 4,34, sólo mejor que la de la titular de Vivienda, María Antonia Trujillo.

Es llamativo que el nuevo titular de Justicia sea el peor valorado por los votantes del PP, con una nota de sólo el 2,87, lo que muestra que ha calado la imagen que se ha creado de él en la ortodoxia de la izquierda más radical, convertido por Zapatero en el ariete frente a los conservadores.

Muy cerca de él está el titular de Industria, Joan Clos, teórico gestor de asuntos polémicos como la OPA a Endesa y que desde que fue nombrado el pasado mes de septiembre, no ha podido salir de la cola de la valoración.

Baja también el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.