MADRID.-
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, considera, 30 años después de la legalización del PCE, que existen cuestiones pendientes en la democracia española, como la aconfesionalidad real del Estado, el establecimiento de derechos sociales y el desarrollo del Estado federal.
Llamazares reconoce que la decisión del entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, fue «el fiel de la balanza», el paso de un Estado dictatorial a la democracia, y que colocó las bases para el posterior proceso constituyente.
«Previamente, se especulaba con la posibilidad de una libertad vigilada, pero la legalización del PCE es el salto cualitativo a una democracia plena», recuerda el líder de IU en una entrevista a Efe.
No obstante, Llamazares señala que la Transición también trajo consigo «concesiones a los herederos de la dictadura» y supuso «dejar en el camino otras aspiraciones», como la reinstauración de la República o un reconocimiento a los luchadores antifranquistas, que ahora se pretende recuperar con la Ley de la Memoria Histórica.
«Hubo una confusión entre perdón y olvido. El perdón era imprescindible, pero el olvido ha sido un error», alerta Llamazares, que resalta asimismo «la generosidad y el compromiso» de los militantes comunistas con la Transición.
Como asuntos pendientes, el coordinador general de IU apuesta por seguir avanzando en la aconfesionalidad del Estado, los derechos sociales y el desarrollo federal.
Llamazares reivindica la República como modelo político, aunque es consciente de que sólo hay dos fuerzas republicanas en el arco parlamentario: IU y ERC.
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