Según han podido comprobar los agentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), en más de una inspección realizada, ambos municipios cuentan en sus términos municipales con colectores muy antiguos y deteriorados, cuyas fugas vierten constantemente a dicho arroyo. Este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ya ha abierto expedientes sancionadores por ambas situaciones.

El caso de Hoyo de Manzanares, en cuya sierra nace el arroyo, comenzó hace varios años, según reconoce su concejal de Medio Ambiente, José Ramón Mendoza. El colector del pueblo que deriva las aguas a la estación depuradora registra fugas desde hace años. «Fue reparado por el Canal de Isabel II hace dos años. Sin embargo, volvió a romperse la pasada primavera y no se ha vuelto a solucionar», añadió.

Este municipio, al igual que el Monte de El Pardo, se encuentra plenamente inmerso en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, responsable de los parques regionales, asegura conocer esta situación, pero deriva la responsabilidad al Canal de Isabel II.

El grupo Ecologistas en Acción, WWF/Adena, El Alcornoque, el Grupo de Montaña La Tortuga y ganaderos de Hoyo de Manzanares han denunciado «la pasividad y el peloteo de las administraciones implicadas, ante esta grave contaminación».

Corredor biológico

El arroyo de Trofa tiene una extraordinaria importancia estratégica como corredor biológico que conecta el Monte de El Pardo y la Sierra del Guadarrama. De este corredor se benefician numerosas especies de mamíferos, aves y, sobretodo, especies de reptiles y anfibios protegidos en la Comunidad de Madrid.

Asimismo, el arroyo de Trofa es la principal fuente de agua en muchos kilómetros a la redonda, no sólo para la fauna salvaje sino también para la domesticada de aquellos ganaderos que tienen arrendados los pastos colindantes a este arroyo. De hecho, «los análisis realizados a la cabaña ganadera confirman la enorme peligrosidad de los vertidos al arroyo de Trofa para la fauna», añade Yolanda Aranda, presidenta de la asociación local El Alcornoque.

«Tras más de 10 años de pasividad por parte de las administraciones públicas, a pesar de las denuncias efectuadas, el arroyo de Trofa sigue siendo un riesgo ambiental y sanitario inaceptable, mientras las distintas administraciones involucradas han estado eludiendo su responsabilidad y se limitan a discutir sobre las competencias y responsabilidades, sin dar solución a este grave problema», asegura Juan Carlos del Olmo», secretario general de WWF/Adena.

El Canal de Isabel II aseguró, esta semana, a EL MUNDO que tiene previsto comenzar las obras de recambio de todo el colector dañado este mismo mes de abril.

La gravedad de lo que está sucediendo en la zona de la presierra madrileña, la ha podido comprobar el herpetólogo, Alberto Alvarez, experto en anfibios de la Universidad Complutense de Madrid, quien asegura que estos animales «han desaparecido por completo del tramo del arroyo con vertidos. Algo que contrasta con el cercano arroyo Manina, donde conviven perfectamente ejemplares de diversas especies protegidas».

Cuando el arroyo comienza a recuperarse aguas abajo, gracias al proceso de regeneración biológica, ya dentro del término de Torrelodones, recibe nuevos aportes de aguas negras.

En la urbanización Los Peñascales, como también pudo comprobar la Confederación en el mes de noviembre, se producen continuos vertidos de la red de alcantarillado a este arroyo.