PEDRO ALONSO. Efe / EL MUNDO
LONDRES.-
Un juez británico ordenó ayer prisión preventiva para las tres primeras personas acusadas por los atentados perpetrados contra la red de transporte de Londres el 7 de julio de 2005. Los ataques causaron 56 muertos, incluidos los cuatro terroristas suicidas que los llevaron a cabo.
En una vista celebrada en el londinense tribunal de Westminster, el juez Timothy Workman decretó que los imputados permanezcan bajo custodia policial hasta el 20 de abril, cuando tendrá lugar una audiencia preliminar en el juzgado penal de Old Bailey. Los tres hombres están acusados de conspirar, entre el 1 de noviembre de 2004 y el 29 de junio de 2005, con los autores de la masacre, que también provocó unos 700 heridos.
Los supuestos terroristas son Mohammed Shakil, de 30 años; Waheed Ali, conocido también como Shipon Ullah, de 23, y Sadeer Saleem, de 26, todos procedentes de Leeds, la ciudad del norte de Inglaterra en la que residían tres de los responsables de la matanza. Según la Fiscalía, los tres hombres participaron en labores de «reconocimiento y planificación» previas a los atentados del 7-J con el fin de conspirar «de forma ilegal y maliciosa» con los «responsables últimos» de los ataques. Los tres presuntos terroristas resultaron detenidos el pasado 22 de marzo en una operación conjunta de los servicios secretos y la Policía. Desde los ataques, la Policía ha recabado más de 15.000 declaraciones.
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