Domingo, 8 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6321.
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«Los de la naviera no dieron la voz de alarma»
Buscan a dos franceses tras la evacuación de un crucero que se hundió en Grecia

ATENAS/MADRID.- «Los de la naviera no dieron la voz de alarma, ni dijeron nada. Les veíamos con los chalecos y sólo nos decían que estuviéramos tranquilos», cuenta Laura Toledano, una de los turistas que ayer regresaron a España tras ser evacuados del crucero Sea Diamond el pasado jueves. Tras chocar con un arrecife, la nave se hundió frente a la isla de Santorini, uno de los principales destinos turísticos de Grecia. Dos ciudadanos franceses siguen sin aparecer.

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Los españoles que llegaron ayer y el viernes a los aeropuertos de Madrid y Barcelona criticaron la actuación de la compañía propietaria del buque tras la colisión. Algunos parecían muy asustados y señalaban la presencia de «un montón de heridos», informa Efe. Como Enrique Alonso, que se rompió la mano durante la evacuación y critica ahora el trato recibido en el hospital de Santorini. «Me he sentido una basura, como si no fuera europeo, ya que eso parecía EEUU, porque sólo prestaban atención a los americanos», comentó a su llegada al aeropuerto de Barajas.

En el Sea Diamond, de 142 metros de eslora y con un desplazamiento de 22.412 toneladas, se encontraban en el momento del accidente 1.547 personas, 1.156 turistas entre ellas: 730 estadounidenses, 112 españoles, 100 franceses y ciudadanos de otros muchos países, como Alemania, Reino Unido y Australia. El barco, de la compañía Louis Cruise Lines, había dejado el puerto del Pireo de Atenas el pasado lunes para emprender un crucero de cinco días por las islas griegas. Tenía previsto volver el viernes, un día después de su evacuación forzosa.

Supuestamente, el Sea Diamond tardó 40 minutos en avisar a la capitanía de que había colisionado contra un arrecife, según relataron los ocupantes y miembros de la tripulación, que alegan que fueron ellos los que alertaron primero a las autoridades del accidente. Durante las tres horas que duró la operación de evacuación, el barco experimentó una pronunciada inclinación y corrió el peligro de zozobrar con sus ocupantes a bordo, informa Efe.

La madre de Enrique Alonso, la ya mencionada Laura Toledano, relató que, a los tres cuartos de hora de escucharse el golpe contra el arrecife, la gente empezó a gritar que había agua en la segunda planta. Pese a sus críticas, la española calificó de «maravilloso» el trato de la gente de Santorini. «Nos dieron de cenar y nos atendieron en hoteles», cuenta Laura, quien agradece también la labor desarrollada por la embajada de España en Grecia gestionando los viajes de vuelta.

Otros se mostraron contentos incluso con la actuación de la Louis Cruise Lines, informa Europa Press. «La compañía nos ha facilitado el hotel y los billetes para viajar a Colombia», explicaba ayer en Madrid Francisco Bazany, quien no estaba tan satisfecho con la velocidad con la que se produjo el desembarco, ya que «la salida de emergencia fue sumamente lenta: duró casi tres horas y media para los últimos pasajeros».

«La lancha [de salvamento] que ocupamos daba bandazos de un lado a otro; pensamos que podía caer al agua desde una altura de 15 metros», comentaba por su parte Joan García tras llegar al aeropuerto de El Prat de Barcelona. Este turista asegura que se vivió «un caos» y que al principio todo el mundo sintió «preocupación, y después apuro y miedo», porque vieron cómo la nave se hundía seis metros en 10 minutos.

Barcos de rescate griegos rastreaban ayer las aguas para buscar a dos franceses que permanecen desaparecidos desde la evacuación del Sea Diamond. Los dos turistas galos -Jean Christopher Allain, de 45 años, y su hija Nayd, de 16- quedaron atrapados presumiblemente en la cabina del barco donde se alojaban, cerca del sitio en el que se produjo la grieta en el casco de la nave.

El crucero era la joya del grupo Louis Cruiser Lines, con sede en Chipre, y fue puesto en circulación en abril del año pasado, después de que la mencionada compañía pagara 46 millones de euros por su compra y renovación.


El capitán, acusado de negligencia y de violar las leyes de contaminación

ATENAS.- La Fiscalía griega presentó ayer cargos por negligencia contra el capitán de la embarcación y otros cinco oficiales por su responsabilidad en el choque con un arrecife que obligó a evacuar los ocupantes del crucero Sea Diamond frente a Santorini.

El fiscal de la isla de Naxos ordenó la libertad provisional de los seis acusados hasta que se fije la fecha del juicio, según informaron fuentes judiciales recogidas por la televisión estatal Net. Además de la acusación de negligencia, deberán responder por violar las leyes de seguridad de navegación y contaminación del medio ambiente por las 450 toneladas de fuel que permanecen en el pecio del crucero, informa Efe.

El capitán Ioanis Marinos, de 35 años, así como el primer, segundo y tercer oficial de la nave, el asistente de los oficiales y el encargado de mantenimiento del barco están llamados a responder por los errores que se cometieron en las maniobras del barco y en la operación de evacuación, que podría haberle costado la vida a los más de 1.500 ocupantes.

Según informaciones filtradas a la prensa, la Fiscalía señala que el capitán se apresuró en acercarse al muelle de Santorini y obtener un lugar privilegiado para desembarcar a los viajeros. La isla, a pesar de ser una de las más populares del Mar Egeo, con millones de visitantes cada año, carece de un puerto apropiado para que los grandes buques atraquen y, debido a que es la caldera de un volcán sumergido, tiene fuertes corrientes subterráneas que dificultan anclar.

Las autoridades griegas utilizan barcos de limpieza para frenar la marea que podría ocasionarse con el escape paulatino de las 450 toneladas de fuel que llevaba el crucero y han ordenado a un batiscafo localizar las grietas de salida.

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