DEPORTIVO 1
GIMNASTIC 0
RIAZOR. 8.000 ESPECTADORES
Aouate Coloccini Lopo Andrade Capdevila Estoyanoff Sergio De Guzmán Arizmendi Cristian Adrián
Cambios: Verdú por Sergio (min. 52) Iago por Arizmendi (min. 50)
Bizzarri Ruz David García César Navas Marco Pampa Calvo Generelo Chabaud Juan Díaz Pinilla Portillo
Cambios: Makukula por Pinilla (min.71) Gil por Juan Díaz (min. 75) Grahn por Pampa Calvo (min. 75)
Arbitro: Turienzo Alvarez
Tarjetas amarillas: Cristian, Sergio, Ruz y Marco y De Guzmán (2).
Tarjetas rojas: De Guzmán (min. 90).
Goles: 1-0: Iago (min. 58).
«Nadar tanto, para luego acabar muriendo en la orilla». Paco Flores, técnico del Nàstic, asumía de esta guisa la decimoctava derrota del equipo tarraconense esta temporada. Los días en Primera de los grana están contados. La salvación está ya a ocho puntos -el Levante marca ahora la frontera-, así que a falta de nueve jornadas para la conclusión de la campaña, permanecer en la élite del fútbol español sería toda una proeza que a estas alturas parece del todo improbable.
El Nàstic volvió ayer a adolecer ante un Deportivo ramplón de los mismos males que le han venido torturando en los últimos tiempos. Los de Paco Flores aguantaron con cierta calma al rival, se permitieron el lujo de controlar el juego a ratos, pero pagaron con la derrota su ingenuidad, tanto en defensa como en ataque.A los gallegos les sobró con una ocasión, y además de libre directo, para matar el encuentro. Iago estuvo categórico en un lanzamiento que dejó a Bizzarri sin respuesta. En cambio, Flores ya podía acumular delanteros en el tramo final del partido, con Tobias Grahn, Makukula, Gil o Portillo, que el gol seguiría siendo fruta prohibida. Ni siquiera la fortuna acompañó a los tarraconenses, que vieron cómo Portillo estrellaba una espectacular volea en el travesaño cuando el partido ya agonizaba.
Pese a los lamentos de Flores en la sala de prensa de Riazor bramando por la superioridad de los suyos ante el Deportivo, se esperaba mucho más de un Nàstic al que sólo le valía la victoria para seguir respirando. El encuentro fue soso, sin gracia, propio de pretemporada. Un dudoso espectáculo que al Deportivo ya le venía de maravilla, tan contento como anda en la zona media de la tabla. Los tarraconenses intentaron de forma infructuosa dar un paso hacia adelante. Pesaron demasiado las numerosas bajas.Fue duro ver al Pampa Calvo convertido en un jugador insustancial en el interior diestro, o cómo los Generelo, Chabaud o Juan Díaz se mostraban incapaces de generar algo de juego ante la desesperación de Pinilla.
El Deportivo, harto de su propia indolencia, decidió echarse al monte en la reanudación, aunque sólo fueran cinco minutos, para indicarle al Nàstic el camino del descenso. Ruz tuvo que emplearse a fondo para rechazar con la testa un remate de Verdú, después de una gran incursión del uruguayo Estoyanoff por la banda derecha. Iago marcaría instantes después y el Nàstic, nervioso y alocado, acabaría arrodillándose en esa orilla a la que tanto recurre Flores.
Un mal resultado la próxima jornada ante el Zaragoza en el Nou Estadi dejaría definitivamente al Nàstic sin milagros con los que soñar.