Con qué tranquilidad está viviendo Daniel Sánchez Llibre, presidente del Espanyol, este tramo final del campeonato. Nada que ver con la angustia sufrida la campaña pasada, cuando un gol de Coro en la última jornada y ante la Real Sociedad, curiosamente el rival de ayer, salvaba a toda una entidad de caer al abismo de Segunda división. «Hoy [por ayer] no he sufrido nada. La Liga la tenemos ya muy solucionada, y estos tres puntos nos tienen que servir para mirar hacia arriba», declaró ayer con gusto el conservero.
Por supuesto, razón no le falta. A falta de nueve jornadas, el Espanyol ya ha alcanzado 41 puntos, los mismos conseguidos a la conclusión de la temporada pasada. «Ahora miraremos hacia arriba con la tranquilidad que nos da la clasificación», insistió el técnico Ernesto Valverde, precursor de la manida metáfora visual. Quien también pudo alzar el mentón fue Jônatas Domingos, recuperado para la causa tras su espantada y que ayer fue el mejor futbolista sobre el césped.
Aunque, por ahora, lo único que le quita el sueño a los blanquiazules es el trascendental partido de vuelta de cuartos de la UEFA ante el Benfica, que se disputará el jueves. Quizá por eso, Valverde, al finalizar el encuentro de ayer, ordenó a sus futbolistas que volvieran a salir al terreno de juego para completar una pequeña sesión de entrenamiento.
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